Research Department: Collaborations
20-08-2017

DESPACITO

Noemí Diez Cebamanos. Heraldo de Aragón

¿Les suena la melodía? Seguro que al menos una vez han tenido el gusto de escucharla  este verano. Pues bien, todo apunta a que no solo va a ser la canción del verano sino que parece haberse convertido en el grito de guerra de BCE y la Fed americana.

A comienzos de año todo parecía señalar que 2017 sería punto de inflexión de las políticas monetarias ultralaxas de tipos cero y compras de deuda a ambos lados del Atlántico.

Las actas de la última reunión del BCE revelan que el crecimiento económico de la zona euro, aunque con desigualdad, se fortalece, lo que contrasta con el tono prudente sobre la inflación. Insiste en que todavía está lejos de niveles deseados y que no ha logrado una senda de mejora suficiente. Pero parece que el mayor quebradero de cabeza es la imparable apreciación del euro, lo que podría llevar a rebajar las expectativas de inflación, alejándose del objetivo del 2% del BCE y retrasando la normalización de política monetaria. Dragui trata de evitar mandar señales prematuras sobre sus próximos movimientos.

La Fed por su parte, que ya había elevado los tipos hasta 1%, se esperaba el anuncio inminente de la reducción de su balance. Las actas de su última reunión apuntan ahora a un tono más acomodaticio ante las dudas sobre inflación y política de estímulos fiscales.

Entre tanto desafine, parece que el ritmo para eliminar el exceso de liquidez y medidas no tradicionales distorsionadoras, por el momento, será más lento de lo esperado.
 
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