¿DEBEMOS PREOCUPARNOS POR EL EURO?
Santiago Martínez Morando
Dicho lo cual, esta apreciación influirá en la demanda externa, en principio favoreciendo las importaciones y dificultando las exportaciones, aunque hemos visto ejemplos en sentido contrario: en EE.UU. mejoró dos décimas el saldo de la balanza corriente entre 2012 y 2016 a pesar de que el dólar se apreció en ese periodo un 25% en términos de tipo de cambio efectivo real. Menos dudas caben sobre el efecto bajista en el crecimiento de los precios y, aunque éste será transitorio y probablemente moderado, el BCE lo tiene en cuenta y va a seguir aplicando una política monetaria muy expansiva. Por lo tanto, continuaremos con bajos tipos de interés y, gracias a la apreciación del euro, tenemos un mayor poder de compra. No parece un escenario preocupante.
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