Research Department: Collaborations
12-04-2021

EL ORO, LA VACUNA MÁS EFECTIVA

Diego Orte. Heraldo de Aragón

El transitorio repunte de la inflación y el ingente incremento de deuda, son otras dos destacables secuelas que nos deja la pandemia.

En primer lugar, el año estará marcado por un rebote de los precios, motivado entre otros, por los efectos base que deja el anómalo año 2020. Sin embargo, la principal incertidumbre será determinar si en el medio plazo las presiones inflacionistas que suponen las medidas expansivas de los Bancos Centrales, las políticas medioambientales y de sostenibilidad, o los nuevos hábitos de consumo, terminan ganando la batalla a las fuerzas deflacionistas atribuidas a la demografía, el desempleo, la tecnología o la globalización.

Atendiendo al endeudamiento, el Instituto Internacional de Finanzas situaba la deuda global de 2020 en 281 billones de dólares, niveles máximos históricos.

Pero, ¿existe algún tratamiento que permita aliviar estos dolores de cabeza a los inversores?

La mejor medicina la encontramos en el oro. Históricamente el metal amarillo ha mantenido su reserva de valor a largo plazo, por lo que actuaría de forma eficaz como elemento de cobertura en un persistente escenario inflacionista. Asimismo, presenta un comportamiento bursátil favorable en entornos de caídas de tipos de interés.
Dicho lo cual y teniendo en cuenta que necesitamos unas laxas condiciones de financiación para mantenernos a flote en el mar de deuda creado por los Bancos Centrales, el oro se posiciona como la mejor vacuna en el horizonte.
 
Diego Orte Aroz, CFA

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