Y...¿LAS TORMENTAS DE VERANO?

Mientras la pandemia continúa causando estragos, las bolsas siguen pulverizando nuevos máximos históricos. Lejos de dar lugar a nubarrones bursátiles que pudieran ocasionar eventos de volatilidad, el apoyo de los Bancos Centrales, una entrada de flujos a fondos de renta variable en niveles récord, junto con una sólida campaña de resultados empresariales, ha disipado cualquier tormenta veraniega dando lugar a un soleado comienzo de agosto.
 
Centrándonos en la temporada de resultados, las compañías europeas han superado de forma exitosa el reconocimiento médico del segundo trimestre. Cerca del 65% batía las expectativas con unos beneficios que crecían un portentoso 71% respecto a 2020, impulsados en gran medida por los mínimos efectos base. Destacaban sectores cíclicos como energía o financieros, los cuáles sufrieron más los daños de la Covid-19.
 
Así, el sofoco que debería provocar la actual temperatura que alcanzan las bolsas, están siendo aliviados en parte por el buen desempeño de las compañías.
 
Si bien existen factores que podrían seguir favoreciendo nuevas alzas bursátiles, no debemos perder de vista la valoración absoluta del activo, ni la posible descorrelación entre los índices y la evolución de la economía real.
 
Y en este sentido, será clave seguir contando con noticias positivas tanto por el lado microeconómico como por el macroeconómico para evitar que los días soleados lleguen a su fin…