ES HORA DE DESANDAR EL CAMINO

 
Mucho se puede debatir sobre las medidas aplicadas por los bancos centrales durante estos últimos años, pero tengo pocas dudas de que estos han logrado actuar como cortafuegos ante un riesgo de contagio financiero que podría haber tenido consecuencias mucho más graves.
 
Sea como fuere, lo cierto es que a estas alturas la economía de la Zona Euro se adentra en su cuarto año consecutivo de crecimiento por encima del potencial y la inflación está retornando a niveles normalizados. En este contexto, la máxima autoridad monetaria tiene pocas excusas para mostrarse dubitativa a la hora de desandar el camino.
 
El primer paso lo tomaba recientemente con la decisión de reducir a partir de enero el ritmo de compra de deuda a la mitad, hasta 30 mil millones de euros. Sería lógico que a lo largo de 2018 el BCE aproveche la buena coyuntura económica para seguir enviando señales sobre su proceso de normalización monetaria.
 
En este momento entramos de nuevo en terreno desconocido. El modus operandi de los bancos centrales ha creado determinados efectos no deseados, especialmente una mala asignación de riesgo en algunos activos financieros que, en esta nueva fase de normalización, deberán monitorizarse con sumo cuidado.
 
Con este panorama lo que parece complicado es que los tipos de interés se mantengan en los actuales niveles artificialmente bajos. La tendencia bajista en tipos de interés ha tocado suelo y esperamos una evolución ligeramente alcista en los próximos meses.
 
 
Marcos Sánchez Bienzobas (msanchezb@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 21 de enero de 2018.