Servicio de estudios: Colaboraciones
23-07-2018

EL CARÁCTER DE TRUMP

Cristina Gavín. Heraldo de Aragón

El gran problema de la economía americana es su elevado déficit comercial, el cual no ha dejado de crecer desde 1989. Este déficit, está originado por un exceso de gasto agregado sobre la renta, unos crecientes déficits públicos y un exceso de inversión sobre el ahorro privado. ¿Cómo reducirlo? La ortodoxia económica nos dice que serían necesarias unas políticas de ajuste de la demanda agregada, así como poner en marcha una serie de reformas estructurales que reforzaran la productividad y el potencial de crecimiento del país. Demasiado “complicado” para una mente empresarial como la de Trump, donde priman los resultados a corto plazo y las medidas populistas. La imposición de aranceles está siendo la “solución” del presidente norteamericano para frenar las crecientes necesidades de financiación exterior.

Sin embargo, Trump está olvidando los efectos perniciosos que estas medidas pueden tener sobre su propia economía, ¿Qué hay del efecto inflacionario de los aranceles sobre los precios de los productos? ¿Acaso no perjudican a los consumidores y a ciertos sectores americanos? ¿Y si a este efecto inflacionario le añadimos las políticas fiscales expansivas anunciadas?, ¿no puede desencadenar una subida de los tipos de interés más rápida de lo anticipado frenando la recuperación económica?

En fin, me temo que la solución a esta guerra comercial se anticipa muy difícil, y es que como dice un viejo proverbio chino “es más fácil variar el curso de un rio que el carácter de un hombre”.

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