Servicio de estudios: Colaboraciones
01-02-2022

Dejar a las cosas ser

Alberto Blasco. Heraldo de Aragón

Buda iba de viaje con su discípulo y pararon a descansar, como tenían sed le indico que fuera a recoger agua en el arroyo que habían pasado hace una hora. Justamente al llegar, un carro de bueyes cruzó y enturbió el agua. El discípulo volvió y le dijo a Buda que no le había podido traer agua porque estaba enfangada y no debían beberla. Pasado un tiempo, solicitó que volviera al arroyo y el monje volvió a encontrarse el agua turbia, con lo que concluyó que allí no se podía beber. Volvió y comento: Maestro, el agua de este arroyo no se puede beber, tenemos que buscar en otro sitio. Para asombro del discípulo le indicó por tercera vez que volviera y este lo hizo contrariado y enfadado. Al llegar, el agua estaba clara y cristalina y la recogió con un cuenco. Cuando volvió con Buda este le pregunto ¿qué has hecho para aclarar el agua? –Nada, contesto el discípulo. –Esperaste y la dejaste ser, el lodo se asentó por sí mismo, contesto Buda.

La mente también funciona así cuando se perturba o sufre contrariedades, la paciencia y la calma es un gran aliado, la angustia y la zozobra nuestros enemigos. Hay que darle un poco de tiempo a las cosas, no ser impaciente. La inversión financiera es un camino de largo recorrido con sus picos y valles, la evolución de los negocios no es lineal y los precios tampoco, si estamos en las empresas correctas debemos tener paciencia y dejarlas ser.

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