SIN MIEDO AL IPC

Sabíamos que el crecimiento de los precios iba a acelerarse a principios de 2017, al fin y al cabo la cotización del petróleo dobla los mínimos de hace un año (55 dólares por barril frente a 27), pero lo está haciendo con una intensidad inesperada. Según el dato preliminar, el IPC español crecía un 3,0% interanual en enero, en claro contraste con la media del -0,3% de los tres años anteriores.
En la Zona Euro, donde conocemos la desagregación del dato, el IPC se situó en el 1,8% interanual por el impulso de los precios energéticos (8,1%) y, en menor medida, de los alimentos sin procesar (3,3%). Sin embargo, la tasa subyacente permaneció contenida, en el 0,9%, por el bajo aumento de los precios de servicios (1,2%) y bienes industriales no energéticos (0,5%). No se pueden descartar efectos de segunda ronda, pues la subida de los precios de la energía se traslada parcialmente a lo largo de las cadenas de producción y consumo, pero parece difícil que la inflación subyacente alcance a corto plazo niveles que preocupen al Banco Central Europeo. De esta forma, podrá mantener su política monetaria ultraexpansiva durante más tiempo y, a efectos prácticos, esto significa que los tipos de interés, sobre todo a corto plazo, seguirán siendo bajos en términos históricos. Entonces, tenemos tipos bajos y normalización de los precios, ¿qué mejor escenario para la inversión y la expansión económica?
 
 
Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 12 de febrero de 2017