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(27-09-2018)

LA ECONOMÍA DE ARAGÓN, A LA CABEZA DEL CRECIMIENTO DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS


- El informe de la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja recoge el crecimiento del PIB aragonés en 2017 a la mayor tasa de todas las comunidades, junto a un notable descenso del paro

La economía aragonesa fue la que más creció en 2017, un 3,6%, no sólo por encima de la media nacional, que fue del 3,1%, sino del resto de comunidades autónomas. Es el cuarto ejercicio sucesivo de crecimiento y todo indica que en 2018 se mantendrá un fuerte ritmo. Este buen comportamiento de la economía se refleja también en el mercado laboral aragonés, donde la tasa de paro bajó el año pasado hasta el 11,6% (frente a 14,7% anterior) con un descenso superior al 22% en el número de desempleados.
 
Nuestra región se convierte así en la tercera Comunidad Autónoma con menor tasa de paro, por detrás de Navarra y País Vasco, mientras que sigue siendo la quinta en términos de renta por habitante (solo por detrás de Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña. Los factores que han contribuido a estos excelentes datos pasan por un nuevo récord de la cifra de exportaciones y del saldo exterior, la fuerte mejora del crecimiento de la industria, el significativo aumento del consumo de las familias y la inversión en construcción.
 
Este análisis se recoge en el último Informe Económico de Aragón, editado por la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Zaragoza e Ibercaja, que han presentado esta mañana en rueda de prensa Manuel Teruel, presidente de la Cámara de Comercio, y Marcos Sanso, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
 
La mayoría de los indicadores de la economía aragonesa fueron positivos en 2017, mucho más positivos que en 2016 y mejor que en el promedio del país. Ese mismo clima se ha mantenido durante los tres primeros trimestres de 2018. Como aspecto negativo de la situación española y aragonesa destaca la evolución de los déficits públicos, que no sigue la estela de equilibrio financiero de la mayoría de países de la Unión Europea. Ese déficit, el fuerte endeudamiento y su todavía alta tasa de paro son los principales retos que debe afrontar la economía nacional. 
 
Las incertidumbres que empañan un clima económico más favorable proceden del contexto internacional: posibles cambios en la política monetaria del BCE que impulsen los tipos de interés al alza, efectos negativos del Brexit, clima hostil al comercio internacional de la administración Trump, y repuntes en los precios de muchas materias primas, en especial el petróleo.
 
Una perspectiva netamente empresarial
A lo largo de más de 130 páginas, el informe analiza los factores que conforman la realidad económica de la Comunidad Autónoma y presta, además, especial atención al tejido empresarial. De hecho, dedica un apartado específico a presentar conjuntamente los resultados sobre rentabilidad y productividad de las compañías aragonesas que contribuye a proporcionar una perspectiva netamente empresarial al informe. Para el estudio se ha analizado una muestra de casi 45.000 empresas (Sociedades Anónimas y Sociedades Limitadas) con sede en Aragón, durante el periodo 2000-2016.
 
Así, los datos de 2016 ponen de manifiesto que la rentabilidad promedio de Aragón supera el 3%, continuando las mejoras de los dos años anteriores. Esa rentabilidad aumenta en las tres provincias y en todos los sectores salvo en dos, estrechamente vinculados a la crisis, como son la construcción y las actividades inmobiliarias. De otro lado, se observa una mejora en la productividad promedio de Aragón pero que no supera todavía el nivel anterior a la crisis.

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