Buscando algo más

El desplome de los mercados entre 2000 y 2002 marcó a fuego la aversión al riesgo de los inversores españoles. El estallido de la burbuja tecnológica cogió a contrapié a muchos pequeños ahorradores que se habían iniciado en bolsa al calor de las suculentas ganancias registradas durante los últimos años de la pasada década.

Una vez superado este bache, llevamos tres ejercicios consecutivos de considerables revalorizaciones. Además, las alternativas para la colocación del ahorro continúan siendo poco atractivas. Por su parte, los depósitos a plazo, la renta fija privada y la deuda pública ofrecen magras remuneraciones, a la espera de que comience el ciclo de subidas de tipos de interés previsto para el año que viene. Y la vivienda, como abría en portada una revista de economía esta semana, ya da miedo como inversión. No obstante, algunos focos de incertidumbre (petróleo, tensiones geopolíticas, etc.) tampoco invitan a confiar de manera absoluta en la renta variable.

Ante este panorama, las entidades financieras ofrecen productos que permiten buscar algo más de rendimiento para el ahorro sin exponerse a salir otra vez escaldado de los mercados bursátiles. Por ejemplo, aparecen los fondos garantizados de gestión activa que, salvaguardando íntegro el capital aportado, pueden aprovechar las oportunidades de crecimiento de los mercados. Lógicamente, las comisiones de este tipo de fondos serán algo superiores a las de los garantizados convencionales pero, y esto es lo importante, también presentan un mayor potencial de rentabilidad.

Enrique Barbero Lahoz (ebarbero@ibercaja.es). Heraldo de Aragón, 30 de octubre de 2005.

A TENER EN CUENTA: El desplome de los mercados entre 2000 y 2002 marcó la aversión al riesgo de los inversores españoles. Llevamos tres ejercicios de subidas y las alternativas para el ahorro son poco atractivas. Ante este panorama, los fondos garantizados de gestión activa permiten buscar algo más de rendimiento salvaguardando el capital aportado.