El sol renaciente
La economía japonesa empieza a ver la luz al final del túnel. Parece que concluye la gran crisis provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de los ochenta. El impulso de las exportaciones hacia Estados Unidos y los vecinos emergentes de la región asiática, en especial China, será decisivo para confirmar la reactivación de la industria nipona y consolidar el avance económico iniciado hace un par de años.
El mercado laboral ofrece señales de dinamismo y, por primera vez en mucho tiempo, los precios de solares y viviendas comienzan a repuntar. Asimismo, los indicadores de confianza de los consumidores y el gasto de los hogares evolucionan de forma favorable en los últimos meses. A medio plazo, las reformas estructurales anunciadas por el Partido Liberal Demócrata, con el respaldo que supone su reelección al frente del gobierno en los comicios generales de septiembre, contribuirán a ampliar el potencial de desarrollo de la economía japonesa.
Pero el despegue no está exento de riesgos. Por ejemplo, el IPC continúa registrando tasas de crecimiento negativas (deflación) y el déficit público sigue próximo al 7% del PIB. No obstante, a pesar de los riesgos bajistas, un reciente informe del FMI anticipaba una expansión moderada para el futuro inmediato.
En estas coordenadas, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio ha capitalizado ya parte de las expectativas positivas. Acumula una revalorización del 16% en lo que va de año y, de acuerdo con los analistas, se encuentra entre los mercados con mejores perspectivas para 2006.
Enrique Barbero Lahoz (ebarbero@ibercaja.es). Heraldo de Aragón, 6 de noviembre de 2005.
A TENER EN CUENTA: La economía japonesa empieza a ver la luz al final del túnel. El impulso de las exportaciones a Estados Unidos y China será decisivo para confirmar la recuperación. Aunque el despegue no está exento de riesgos, como la deflación y el elevado déficit público, el Nikkei es uno de los mercados con mejores perspectivas para 2006.
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