Tipos a largo, ¿un enigma?
Una de las variables económicas que más está sorprendiendo en los últimos tiempos es el tipo de interés de la deuda a largo plazo, ya que parece haber roto su patrón de comportamiento habitual para situarse en un nivel de rentabilidad históricamente reducido. ¿Se trata de un fenómeno puntual o perdurable?
La evolución de los tipos a largo depende de múltiples factores, pero podemos decir a grandes rasgos que durante las últimas décadas la rentabilidad de la deuda ha venido marcada por las perspectivas de crecimiento e inflación. Entre las circunstancias que han presionado a la baja los tipos de interés, se ha otorgado especial repercusión a dos. Por una parte, unas menores perspectivas de inflación a largo plazo, gracias al aumento de la credibilidad de los bancos centrales y a la contención de los precios que origina la fuerte competencia internacional inherente a la globalización y, por otra, a que existe un exceso de liquidez a escala mundial procedente de los países ahorradores (Japón, China y Alemania fundamentalmente) de forma que el vigor de la demanda de bonos eleva su precio y reduce su rentabilidad.
Considerando que las perspectivas de inflación no han repuntado, a pesar de la escalada del precio del petróleo, y que es difícil que asistamos a una corrección brusca del exceso de liquidez, parece que las subidas de los tipos de interés a largo plazo seguirán siendo limitadas durante el próximo año, aunque sigan mejorando las perspectivas de crecimiento en Europa y subiendo los tipos de interés a corto plazo.
Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Heraldo de Aragón, 25 de diciembre de 2005
A TENER EN CUENTA: Los tipos de interés a largo plazo europeos ofrecen una rentabilidad históricamente reducida, sobre todo por las bajas expectativas de inflación y por el exceso de liquidez que existe a nivel mundial. Creemos que esta situación va a seguir vigente durante los próximos meses.
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