Ya nada será igual

Durante los últimos tres años hemos asistido a una espectacular revalorización de la mayoría de los activos (renta variable, fija, inmuebles, metales preciosos, materias primas...) que carecía de precedentes históricos. Tal situación se ha debido, además de a la recuperación económica mundial, a la abundancia de liquidez en los mercados internacionales. El incremento de la masa monetaria no se ha traducido en esta ocasión en un aumento del precio de los bienes y servicios, sino en la fuerte revalorización de los activos mencionados.

Esta situación esconde tras su resplandeciente apariencia un deterioro de los desequilibrios mundiales y del riesgo de formación de burbujas que ha provocado un cambio de actitud de los bancos centrales de las mayores potencias económicas. Desde hace unos meses, y liderados por la Reserva Federal de los Estados Unidos, están coordinando sus políticas para restringir las condiciones monetarias y paliar los riesgos.

Ésta parece ser una de las causas de la reciente caída de las bolsas y del precio de las materias primas, así como del aumento de la volatilidad y de la aversión al riesgo. Todo parece anunciar una nueva etapa que, si no ha comenzado, es inminente. La economía mundial sigue mostrando signos de fortaleza, lo que no nos hace pensar en una crisis, pero parece claro que tras tres años brillantes en los que casi no había que seleccionar entre activos para disfrutar de jugosos rendimientos, hemos llegado a un punto en el que será necesario elegir cuidadosamente para encontrar rentabilidades atractivas.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 25 de junio de 2006.

A TENER EN CUENTA

El exceso de liquidez que inundaba los mercados ha provocado una revalorización generalizada de los activos durante los últimos tres años. El cambio de dirección de la política monetaria internacional y los recientes sustos vividos en la bolsa parecen anunciar una nueva etapa en la que no va a ser tan sencillo obtener rentabilidades atractivas.