Planes de pensiones y rentistas

En las últimas semanas hemos comentado en esta columna diferentes aspectos de los planes de pensiones y el efecto sobre los mismos de la nueva Ley de IRPF. En esta ocasión abordamos el supuesto especial de los “rentistas”.

Cuando los ingresos anuales provienen de rentas del capital mobiliario, es decir, dividendos, cupones de renta fija, intereses de imposiciones a plazo fijo, etc. o de incrementos patrimoniales por venta de acciones o fondos de inversión, una forma de reducir la carga fiscal consiste en realizar aportaciones a planes de pensiones. Los límites van desde 8.000 a 24.250 euros, en función de la edad del contribuyente.

El nuevo IRPF de 2007 condiciona la reducción de la base imponible a través de aportaciones a planes de pensiones. Dicha base debe tener su origen en rendimientos del trabajo y de actividades económicas. En otros términos, si sólo contamos con rentas del capital mobiliario o ingresos por venta de activos no podremos beneficiarnos de las ventajas fiscales de las aportaciones a planes de pensiones. Por ello, si nos encontramos en uno de estos últimos casos, es aconsejable efectuar en 2006 la aportación máxima que nos permita nuestra edad, puesto que la oportunidad desaparece en 2007.

Además, en 2006, si por insuficiencia de base imponible nos queda aportación sin poder ejercer la correspondiente reducción, dispondremos de cinco años para aplicarla con independencia, en este caso excepcional, de que la base proceda de rentas mobiliarias o incrementos patrimoniales.

José Ángel Barriga Casabona. Ibercaja Pensión. Heraldo de Aragón, 24 de diciembre de 2006.

A TENER EN CUENTA
El año 2006 presenta la última oportunidad de ahorrar impuestos mediante aportaciones a planes de pensiones para los contribuyentes cuyos ingresos proceden de rentas del capital mobiliario o incrementos patrimoniales. A partir de 2007, las reducciones en la base asociadas a los planes de pensiones se limitarán a rentas del trabajo y de actividades económicas.