Renta variable, idea fija
En estos días de gran volatilidad e importantes descensos de los mercados financieros resulta importante reflexionar y volver a plantearse los objetivos marcados cuando entramos en bolsa, tanto en términos de rentabilidad esperada como de riesgo asumido. Y digo esto, porque estas bajadas de los mercados son comunes y frecuentes, aunque lo son más las subidas.
Existen dos tipos de inversores en renta variable en función de su horizonte temporal: a corto y a largo plazo. Las dos alternativas son igual de respetables y válidas aunque, eso sí, cada inversor debe ser fiel a su planteamiento. Para quienes invierten a corto plazo, el incremento de la volatilidad genera mayores oportunidades de inversión ya que, en teoría, buscan beneficios rápidos. No obstante, deben cerrar posiciones en caso de que el movimiento del mercado se produzca en su contra.
Para los inversores a largo plazo, que persiguen rentabilidad participando en el negocio de la empresa de la que compran acciones, y que asumen los movimientos volátiles que con seguridad tendrán lugar por el camino, éste es un buen momento para acumular valores. Y lo pienso porque los datos macroeconómicos en general, y en Europa en particular, son favorables, los beneficios de las empresas siguen mostrando fortaleza, los balances de las compañías están muy saneados, los movimientos corporativos y de consolidación continúan sucediéndose en todo el mundo y, sobre todo, porque la rentabilidad por dividendo de las principales compañías sigue siendo muy elevada.
Alberto Blasco Cebolla. Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón, 11 de marzo de 2007
A TENER EN CUENTA
En estos días de gran volatilidad e importantes descensos de los mercados financieros, el inversor debe ser fiel a su planteamiento inicial, porque es precisamente en estos días cuando se presentan buenas oportunidades para acumular valores, sobre todo en las principales compañías con elevada rentabilidad por dividendo.
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