Servicio de estudios: Colaboraciones
22-07-2007

¡Qué tipos!

Esta exclamación podría surgir espontáneamente por admiración hacia el esfuerzo de los ciclistas que compiten en el Tour de Francia o por la visualización de un debate político en la televisión, pero también por el nivel que han alcanzado recientemente los tipos de interés en la zona euro. Tanto en los plazos cortos como en los largos, las rentabilidades actuales son las más elevadas de los últimos años: el tipo de interés a tres meses llega al 4,20% (no visto desde antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001) y la deuda a diez años ha llegado a cotizar al 4,70%, máximo desde 2002.

Como casi todo en esta vida (hasta los impuestos), la subida de los tipos de interés tiene un lado bueno y otro malo. No será necesario que les explique este último a quienes tengan que pagar una hipoteca y puede que les resulte ajena la parte positiva de la cuestión. En todo caso, lo cierto es que para las familias con capacidad de ahorro, la subida de los tipos de interés constituye una buena noticia. Después de varios años en los que la rentabilidad real (corregida por el incremento de los precios) ha sido muy baja, e incluso negativa, los niveles alcanzados comienzan a ser atractivos y suponen la principal alternativa a una bolsa no exenta de riesgos tras la fuerte subida de los últimos cuatro años.

Para quienes tengan que pagar una hipoteca, queda el consuelo de que, no hace tanto, el MIBOR cotizaba por encima del 10% y, es que, aunque estos tipos pueden traer de cabeza a más de uno, en el fondo, no son tan malos.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 22 de julio de 2007.

A TENER EN CUENTA

Tras las recientes subidas, los tipos de interés europeos, tanto a corto como a largo plazo, ofrecen las rentabilidades más elevadas del último lustro. A estos niveles comienzan a resultar atractivos y se erigen como la principal alternativa a una bolsa no exenta de riesgos, que se enfrenta a un entorno algo más exigente tras su fuerte revalorización.


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