Servicio de estudios: Colaboraciones
23-12-2007

Confusión total

La reforma de los planes de pensiones en la Ley de IRPF ha sido tan larga y variable que ha inducido a no pocas confusiones entre el público y ha generado algunas ideas preconcebidas erróneas.

Una de esas impresiones que circulan es que han desaparecido las ventajas fiscales de las aportaciones a los planes de pensiones. Se trata de esa clase de clichés desinformados que pueden almacenarse en nuestra memoria financiera, no haciendo otra cosa que perjudicarnos. Los planes de pensiones, y sus hermanos gemelos los planes de previsión asegurados, continúan siendo los productos de ahorro con el mejor tratamiento fiscal. Las aportaciones siguen reduciendo la base imponible, obteniéndose de este modo ahorros de hasta el 43%, en función del tipo marginal.

Eso sí, estas reducciones tienen nuevos límites. Para menores de 50 años, son 10.000 euros y el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades profesionales. Para los partícipes de 50 o más años, los límites son de 12.500 euros y el 50%, respectivamente. Con ello, una persona de 51 años que aporte 12.500 euros y gane al menos 25.000 euros anuales, puede ahorrase en la declaración de la renta hasta 5.375 euros (43%). ¿Han desaparecido las ventajas fiscales de las aportaciones a los planes? Pues vaya, ¡quien pillara esos eurillos!

Como siempre que hay cambios, proliferan los “he oído” y “me han dicho”. Lo mejor es informarse bien en una entidad financiera. Allí sus profesionales le explicarán con detalle estos cambios y cómo le pueden afectar en su caso particular, asesorándole sobre la mejor alternativa. Finalmente, aprovecho la ocasión para desearles a todos aquellos que dedicaron unos minutos de su valioso tiempo a leer estas líneas, un feliz año 2008 pleno de salud y bienestar.

José Ángel Barriga. Ibercaja Pensión. Heraldo de Aragón, 23 de diciembre de 2007.

A TENER EN CUENTA

Circula la idea errónea de que, con el nuevo IRPF, las aportaciones a los planes de pensiones han perdido sus ventajas fiscales. Nada más lejos de la realidad. Una persona de 51 años que aporte 12.500 euros y gane al menos 25.000 euros anuales, puede ahorrase en la declaración de la renta hasta 5.375 euros.


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