Servicio de estudios: Colaboraciones
13-01-2008

La cuesta de enero

Durante el largo periodo de bonanza económica que hemos vivido en los últimos años, la famosa “cuesta de enero” parecía más un tema recurrente de los informativos en estas fechas, como la alegría de los agraciados con el gordo de Navidad o la subida del precio de las angulas y el marisco, que una realidad social. En 2008 la situación para las familias españolas parece haber cambiado.

Los excesos navideños, y me refiero más a los gastos que a las sobredosis de mazapanes, son el tradicional origen de la cuesta, pero este año hay que añadir otros motivos. El encarecimiento del precio de bienes básicos, como los alimentos, es probablemente el más visible, mientras que el todavía incipiente incremento del desempleo en nuestro país podría ser, de confirmarse, el más grave.

Paradójicamente, un año de celebraciones como 2008 (hablo más de la Expo de Zaragoza que del resultado que obtenga la selección en la Eurocopa) puede ser también un año para apretarse el cinturón. En el último ciclo, el optimismo generado por la evolución económica y el bajo nivel de los tipos de interés impulsó el consumo y la inversión en vivienda; en el nuevo entorno y en la medida de las posibilidades de cada familia, el ahorro parece retomar el protagonismo que había perdido. Quizá no resulten a priori buenas noticias, pero podemos tomarlas como recordatorio de la importancia del ahorro a largo plazo y una buena oportunidad de reacción, ya que la rentabilidad de activos conservadores como los depósitos, apropiados para años de incertidumbre, ha mejorado sensiblemente durante los últimos meses.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 13 de enero de 2008.

A TENER EN CUENTA

El deterioro del ciclo económico parece agravar la cuesta de enero este año. Después de vivir un largo periodo de elevado gasto en consumo e inversión en activos inmobiliarios, parece conveniente apretarse el cinturón y devolver al ahorro la importancia que había perdido.


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