Servicio de estudios: Colaboraciones
17-02-2008

Muertos muy vivos

Durante 2006 y comienzos de 2007, tuve ocasión de leer y escuchar muchas referencias a que el nuevo IRPF había enterrado a los planes de pensiones. Concluían que, de ahora en adelante, los profesionales de este negocio debíamos ir pensando en cambiar de ocupación.

Es cierto que a las entidades gestoras de fondos de pensiones el IRPF de 2006 nos gustaba más que el de 2007. Pero una vez asumido el primer shock, vimos en seguida que el nuevo tratamiento fiscal abría oportunidades. Primero, permite a los jubilados continuar aportando hasta el inicio del cobro de la prestación y, segundo, confirma a los planes de pensiones como los únicos productos de ahorro, junto con la inversión en primera vivienda, que permite reducir la cuota a pagar por IRPF cada año.

Con todo, y pese a una sensible caída en el volumen de aportaciones respecto al año anterior, los planes se han mostrado más que reacios a meterse en los ataúdes que les tenían preparados los agoreros, cerrando 2007 con un patrimonio récord de 54.200 millones de euros en la categoría de planes individuales. En este contexto, algunas entidades financieras hemos conseguido mejorar notablemente nuestra cuota de mercado. La razón reside sobre todo en el esfuerzo realizado en comunicar a nuestros clientes el verdadero alcance de la reforma, objetivo que hemos perseguido también desde esta columna durante el pasado año.

De nuevo nos dicen que 2008 no será un gran año, que la desaceleración económica traerá consigo cierta contención del ahorro a largo plazo. No obstante, quizá volver a vivir los ciclos económicos nos recuerde la necesidad de generar ahorro en previsión de que lleguen tiempos menos boyantes.

José Ángel Barriga. Ibercaja Pensión. Heraldo de Aragón, 17 de febrero de 2008.

A TENER EN CUENTA

El nuevo IRPF de 2007 no ha enterrado, ni mucho menos, a los planes de pensiones. Asimismo, la desaceleración económica y la experiencia de volver a vivir los ciclos económicos nos recordarán la necesidad de generar ahorro en previsión de que lleguen tiempos menos boyantes.


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