Servicio de estudios: Colaboraciones
08-02-2009

Culto al ahorro

La desaceleración económica que presentaba España en la primera mitad de 2008, se ha convertido en el último trimestre en una verdadera recesión técnica (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo). La fuerte destrucción de empleo, iniciada en la construcción y que se ha extendido con fuerza al resto de los sectores, y el deterioro de las expectativas de los hogares han traído consigo una importante contracción del consumo privado, que no se ha compensado con la mejora del poder adquisitivo de las familias derivado de la caída del Euribor y de la inflación.

Sin embargo, no todo es negativo. La caída del consumo ha servido para que la tasa de ahorro haya repuntado en 2008, aliviando uno de los principales desequilibrios de la economía española: la necesidad de financiación exterior. El déficit por cuenta corriente ha mejorado y las primeras estimaciones lo sitúan ya, a cierre de 2008, por debajo del máximo histórico del 10% del PIB registrado en 2007.

De esta forma, tras una época dorada de excesos y vigoroso consumo, la coyuntura actual obliga a las familias a mejorar la administración de sus ingresos y regresar a la disciplina de la hucha. Vuelve el “culto al ahorro”. El miedo al agravamiento de la situación económica está revolucionando el comportamiento del consumidor europeo, que está primando lo barato y se está convirtiendo en un “cazador de gangas”. Así, según un estudio europeo realizado por Boston Consulting (BCG), el 46% de los consumidores españoles quieren gastar menos dinero y ahorrar más en 2009 y, en el mismo sentido, se expresan el 43% de los consumidores alemanes.

Arantxa Gimeno Sanz (magimeno@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 8 de febrero de 2009.

A TENER EN CUENTA

La desaceleración de la economía española se ha convertido en el último trimestre de 2008 en una verdadera recesión técnica. De esta forma, tras una época dorada de excesos y vigoroso consumo, la coyuntura actual obliga a las familias a mejorar la administración de sus ingresos y regresar a la disciplina de la hucha. Vuelve el “culto al ahorro”.


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