Servicio de estudios: Colaboraciones
19-04-2009

¿Quién comprará la Bolsa?

Se buscan inversores arriesgados y dispuestos a soportar meses de oscuridad y peligros constantes. Este hipotético anuncio, que evoca procesos de reclutamiento de míticas aventuras, sintetiza la necesidad de que aparezcan en el mercado compradores de fondo de renta variable para apuntalar así un cambio de tendencia en la actual trayectoria bajista.

Durante el período 2005 - 2007, la liquidez era la reina de los mercados y el coste de endeudarse estaba en mínimos históricos. Esta abundancia alentó a los inversores a comprar activos de riesgo, como acciones, pero también titulizaciones apalancadas sobre el mercado inmobiliario norteamericano, que luego resultarían ser los famosos activos tóxicos. La quiebra de Lehman Brothers supuso un brusco drenaje de esta liquidez. Pese a las medidas extraordinarias de la Reserva Federal o el Banco Central Europeo, los mercados financieros permanecen todavía tensionados.

En este escenario de restricciones de liquidez, ¿quién puede ser hoy el comprador de Bolsa de fondo?

¿Las compañías? En el anterior ciclo alcista, los beneficios al alza y un bajo coste de la deuda permitieron a las grandes empresas realizar operaciones hostiles pagando cuantiosas primas. Otras optaron por mejorar sus programas de remuneración al accionista con incrementos de los dividendos y recompras de acciones. Sin embargo, en tan solo un año, las operaciones hostiles se han desvanecido, al igual que las recompras de acciones, y los dividendos van a la baja. Las compañías, antes compradoras de acciones, se ven ahora obligadas a ampliar capital para fortalecer sus balances.

¿El capital riesgo? Este sector llegó a asumir endeudamientos excesivos, de hasta seis veces el beneficio operativo de la compañía adquirida, para la restructuración de la misma y su posterior venta. En la actualidad, los mercados de crédito están limitados a compañías de elevada calidad crediticia y las emisiones para financiar este tipo de operaciones prácticamente han desaparecido durante los últimos tres trimestres.

¿Los hedge funds? Esta industria gestionó casi dos trillones de dólares en el pico del ciclo. Sin embargo, sus estrategias de inversión se ven muy limitadas en el actual escenario de restricción de liquidez y se estima que la industria podría verse reducida a la mitad en los próximos años.

¿Los fondos de inversión? Tal vez. Tras acumular fuertes salidas en 2008, la sangría parece haber cesado en 2009. Un dato: el activo de los fondos monetarios en EE.UU. es en estos momentos mayor que el de los fondos de renta variable. La última vez que se produjo esta situación fue en 2003 y poco después se iniciaba el siguiente mercado alcista. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que las posiciones iniciales que estos fondos asuman pueden ser a muy corto plazo.

En definitiva, por el momento parece que no existe un comprador resuelto de renta variable. El aspecto positivo de esta situación es que la huida de los inversores de los activos de riesgo ha sido desorganizada, casi a empujones. Los mercados bursátiles han alcanzado fuertes niveles de sobreventa y las valoraciones ya descuentan escenarios muy negativos. No obstante, prudencia, ya que mientras los diferentes jugadores no apuesten por una vuelta decidida a los activos de riesgo, los mercados permanecerán condicionados por factores técnicos de muy corto plazo y la volatilidad seguirá mandando.

David Blasco Palau (dblascop@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 19 de abril de 2009.


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