Servicio de estudios: Colaboraciones
31-05-2009

La inversión necesaria

El pasado 9 de marzo, las bolsas marcaron niveles mínimos, tras siete trimestres seguidos de corrección, en los que los mercados europeos se dejaron alrededor de un 60%. Es una de esas fechas a recordar, un claro punto de inflexión en el desarrollo de esta crisis económica y financiera. A partir de ese día, la subida de los índices ha sido espectacular: entre un 30% y un 40% en los diferentes países. En este último rebote se dan las condiciones suficientes para perfilar un cambio de tendencia. Las previsiones de crecimiento económico se han recortado drásticamente en los últimos meses, las empresas han paralizado su producción al quedarse sin nuevos pedidos y han agotado sus inventarios. Por su parte, los analistas han rebajado las expectativas de beneficios esperados para 2008 y 2009, con una caída final entre los dos años del 43%.

Además otras fuerzas se han sumado a apoyar la recuperación de los activos con riesgo desde los mínimos del primer trimestre: los tipos de interés cercanos a cero junto a las políticas monetarias no convencionales, la publicación de datos macroeconómicos no tan malos como se esperaban y la mejor situación de los bancos, fortalecidos y con la credibilidad restituida tras la prueba de esfuerzo realizada en EE. UU.

No obstante, la subida ha sido tan rápida y de tal calibre que un pequeño recorte sería sano. Los mercados de valores se adelantan a lo que sucederá en la economía unos trimestres después. Aunque lo más agudo de la recesión se ha vivido ya, queda por delante una larga senda de salida de la crisis económica. Por eso una recuperación bursátil en forma de “V” no sería lo más adecuado, y se apuesta más por un comportamiento de los índices dibujando una “W”. Es decir, que los valores deberían bajar algo antes de volver a surgir con fuerza. En las dos últimas semanas, el dato de ventas minoristas y el de viviendas iniciadas en EE. UU., más flojos de lo esperado, así como las exportaciones de China más débiles, han avalado esta hipótesis.

Por otro lado, el pasado martes se publicó la confianza del consumidor americano, marcando la mayor subida de los últimos 6 años, tanto en la situación actual como en las expectativas futuras y batiendo con claridad las previsiones. Con esta grata sorpresa, los mercados de acciones tomaron nuevo impulso para aproximarse de nuevo a las zonas de resistencia de los índices. Por fin, mañana conoceremos el ISM de mayo, indicador de sentimiento empresarial en EE.UU., que el consenso espera en 42 (desde el 40,1 de abril) pero podría ser superado atendiendo a las cifras ya anunciadas. Si esto ocurre, la reacción de las bolsas será claramente alcista quedando por el momento relegada la corrección.

¿Qué dirección tomarán las bolsas en el corto plazo? Como decía un amigo: una u otra. En cualquier caso, con las Letras del Tesoro a 1 año al 1% (que supone un ratio PER de 100 veces) para obtener rentabilidad al dinero tenemos que asumir algún riesgo. La reciente recuperación deja a la bolsa europea a 13 veces su beneficio de 2009, ya revisado a la baja. No parece estar cara, ni en sí misma, ni en comparación con otros activos. En esta coyuntura, la inversión en renta variable, bien asesorada, es necesaria.

Anabel Laín Aliaga. Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 31 de mayo de 2009.


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