Servicio de estudios: Colaboraciones
25-10-2009

Perspectivas económicas: primeras luces

2009 seguramente será recordado como el año en que comenzó la recuperación de la peor crisis que se recuerda desde la Gran Depresión. Economías como la alemana o la francesa ya han registrado variaciones del PIB positivas en el segundo trimestre del año, mientras que Estados Unidos tocó suelo en el primer trimestre del ejercicio y se esperan ya tasas de crecimiento también positivas a partir del tercer trimestre. Parece, por tanto, que lo peor de la recesión a nivel global puede haber quedado atrás.

No obstante, una cosa es que las principales economías hayan conseguido estabilizarse y que empiecen a mostrar ciertas señales de pulso, y otra es que esta recuperación sea todavía lo suficientemente robusta como para pensar que los famosos “brotes verdes” vayan a dar paso inmediatamente a una frondosa vegetación. En efecto, el primer empujón para revertir la caída libre del PIB lo han aportado, principalmente, las ingentes cantidades de gasto público que cada país ha inyectado para reactivar sus economías. Pero tras haber agotado su capacidad para acometer más inversión pública, el afianzamiento de la recuperación debe provenir del sector privado, inversión y consumo, tomando el relevo como motor del crecimiento.

Afortunadamente, se han ido publicando algunos indicadores que anticipan un mayor dinamismo de las principales potencias durante los próximos meses. Aunque la economía mundial se encuentra en un estado todavía demasiado débil como para acercarse a su tasa media histórica de crecimiento, a juzgar por otros indicadores como el desempleo, en máximos, o las tasas de inflación, en mínimos. En todo caso, es de esperar que, poco a poco, a lo largo de 2010 se vaya materializando la recuperación. De hecho, así parecen esperarlo los mercados, a tenor de la revalorización de los activos de riesgo que ha tenido lugar desde los mínimos marcados en el ejercicio, no sólo la renta variable, sino también otros activos como el crédito o las materias primas, por ejemplo.

De cara a los próximos meses, probablemente seguiremos viendo indicadores positivos junto con otras señales todavía de debilidad, de modo que parece aconsejable, y más tras las subidas que han tenido lugar en el año, afrontar el cierre de ejercicio con cautela. Pero de cara a 2010, las expectativas pasan por una consolidación de la recuperación económica que lleve, en un primer momento, a la retirada paulatina de las medidas excepcionalmente expansivas adoptadas por los principales bancos centrales para, posteriormente, asistir a las primeras subidas de los tipos de interés de referencia. En este sentido, los mercados descuentan que dentro de 12 meses el BCE habrá subido los tipos en 75 puntos básicos (0,75%) en la zona euro.

En este escenario central de mejora para el año que viene, cabe esperar nuevamente un mejor comportamiento relativo de los activos con riesgo, en relación a los activos de renta fija pura. No obstante, tras una crisis tan grave, no se podrá obviar la presencia de riesgos que amenacen la recuperación, por lo que habrá que ser especialmente cuidadoso en la selección de inversiones. Esta prudencia será importante, en particular, para España, donde la situación tardará bastante más en estabilizarse que en el resto de las grandes economías.

Sergio Echevarría (sechevarria@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 25 de octubre de 2009.


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