2010: reválida para los mercados
Los principales mercados bursátiles van a cerrar el ejercicio 2009 con revalorizaciones más que aceptables, entre el 15% y el 30% en relación al cierre del año anterior. No obstante, sin duda, la espectacular recuperación de las bolsas mundiales desde los mínimos de marzo es más destacable que el rendimiento anual de los mercados, con apreciaciones de entre el 45% y el 70% en poco más de nueve meses. Tras esta positiva evolución se encuentra una mejora de la confianza en la recuperación económica gracias al mayor paquete de ayudas públicas de la historia y unas políticas monetarias ultraexpansivas de las que tanto se ha hablado.
Esta evolución de los mercados también ha tenido su reflejo en el comportamiento del tipo de cambio del dólar, observándose una clara correlación entre ambas variables. A lo largo de 2009, los movimientos de caídas de las bolsas han acontecido, simultáneamente, a movimientos de apreciación del dólar, como ocurrió en los primeros meses del año. Mientras, las bolsas han seguido una trayectoria positiva cuando el dólar se ha ido depreciando. Pero, de cara a 2010, ¿podemos esperar que continúe esa vinculación entre bolsas al alza y tendencia a la depreciación del dólar? ¿O bien, por el contrario, debemos esperar un decoupling, que no es más que una ruptura de la correlación anterior que ha venido cumpliéndose en 2009?
Hay que tener en cuenta que no se esperan variaciones en los tipos de interés norteamericanos durante bastantes meses todavía. No en vano, hasta mediados de 2010, cuando pueden producirse las primeras subidas en Estados Unidos, los tipos seguirán bajos, próximos a cero. Además, la orientación restrictiva de la política monetaria probablemente no se llevará a la práctica hasta que los datos económicos confirmen de manera inequívoca que la recuperación se ha afianzado. Este hecho, unido a que Europa va un poco más rezagada en su salida de la crisis, hace que las expectativas del mercado sean que no haya cambios a corto plazo en las políticas de tipos de interés de las principales zonas económicas, lo cual supondrá una continuación de las medidas de inyección de liquidez en las economías a un coste reducido.
En este entorno, apostamos porque en los próximos meses el dólar no se aprecie mucho más allá de los niveles actuales, e incluso porque pueda corregir hasta cerca de los niveles mínimos de este año en el primer trimestre de 2010. Al mismo tiempo, la disponibilidad de dinero barato, particularmente en Estados Unidos, donde será posible tomar dinero prestado a un tipo de interés bajo e invertirlo en otro país donde la rentabilidad esperada a corto plazo sea más alta, favorecerá el apetito por inversiones con más riesgo. De esta forma, esperamos que las bolsas se vean favorecidas y comiencen 2010 con el mismo tono positivo con el que parecen querer cerrar el año.
Sin embargo, mientras no dispongamos de una visión mucho más clara de si los principales países están dejando realmente atrás la crisis, no es descartable que se sucedan correcciones provocadas por noticias negativas, como los recientes acontecimientos de Dubai o de Grecia, que han demostrado la vulnerabilidad y sensibilidad de los mercados a shocks inesperados, provocando una huida de los inversores hacia activos refugio. En definitiva, 2010 será un ejercicio de reválida para los mercados.
Sergio Echevarría (sechevarria@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 27 de diciembre de 2009.
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