Recuperación a diferentes velocidades
Superados los dos primeros meses del año, los principales bloques económicos se encuentran en una verdadera encrucijada. Todo parece indicar que la recuperación iniciada en el tercer trimestre de 2009 se consolidará en 2010, pero no es oro todo lo que reluce y existen importantes riesgos en el camino que llevarán a un avance con distintas velocidades.
Por una parte, la economía norteamericana presentó un crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2009 del 1,4% con respecto al trimestre anterior, confirmando el proceso de reactivación. Sin embargo, los últimos indicadores dibujan una recuperación lenta y anémica. A pesar de los aumentos del consumo, la inversión y el comercio internacional, el sector inmobiliario sigue con dificultades y el mercado laboral permanece bastante débil. Por todo ello, esta misma semana el presidente de la Reserva Federal ha afirmado que los tipos bajos continuarán siendo necesarios durante bastante tiempo para asegurar la recuperación y que se "continuará evaluando cualquier estímulo adicional que favorezca la creación de puestos de trabajo".
Por otra parte, el conjunto de la zona euro moderó su recuperación económica en el cuarto trimestre de 2009 con datos de crecimiento del PIB más débiles de lo esperado: 0,1% intertrimestral. El mejor ejemplo de las dudas surgidas es Alemania, cuya actividad se estancó a finales de 2009. Francia, aunque supera las previsiones de los analistas, ha visto como la inversión sigue cayendo y las exportaciones flojean.
En el otro lado de la balanza se encuentran las principales economías emergentes, que presentan un sólido avance. China ha acelerado su crecimiento hasta el 10,7% en el cuarto trimestre y no muestra signos de debilitamiento.
Finalmente, España avanza un paso por detrás del resto de países. En el cuarto trimestre, la economía española no abandonó la recesión y se contrajo un 0,1% en tasa intertrimestral, mejorando los registros del tercer trimestre gracias a un comportamiento menos negativo del consumo y la inversión. A pesar de la leve mejora de los indicadores de actividad, la complicada situación del mercado laboral y de las finanzas públicas se consolidan como los principales desequilibrios a corregir para conseguir avanzar en la salida de la crisis.
En resumen, mientras las economías emergentes avanzan con velocidad de crucero, en los países desarrollados la recuperación es lenta y dependerá, en gran medida, de la consecución de una retirada equilibrada de las medidas expansivas de política fiscal y monetaria.
Los mercados financieros han visto incrementar las primas de riesgo y la volatilidad ante la aparición de factores que podrían retrasar la recuperación. El aumento de la percepción de riesgo de la deuda soberana de algunos países europeos, entre otros Grecia, Irlanda, Portugal y España, y las consecuencias para el euro han penalizado a las bolsas europeas en las últimas semanas. El Ibex 35 ha sufrido un castigo mayor que el resto de plazas debido a la penalización del sector bancario.
Entre los analistas se impone la idea de que continuará la volatilidad de la bolsa en las próximas semanas, pero señalan que hay que mantener la calma, porque la situación económica objetiva no ha variado sustancialmente.
Arantxa Gimeno Sanz (magimeno@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 27 de febrero de 2010.
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