Servicio de estudios: Colaboraciones
10-04-2011

Cisnes negros

Cine, por fin algo distinto: Natalie Portman, Oscar a la mejor actriz, que si es ella la que baila, que si no, etc. Pues no. Lamentablemente estamos en la parte de economía y vamos a hablar de otros cisnes negros: los que ha hecho famosos Nassim N. Taleb, filósofo americano de origen libanés a raíz de su libro de 2007 “The Black Swan: The Impact of the Highly Improbable”, uno de los 12 libros más influyentes desde la Segunda Guerra Mundial, según The Sunday Times.

Lo que el autor denomina como Cisne Negro tiene que contar con tres características. Primero, debe ser un hecho fuera del rango de resultados posibles, porque nada ocurrido en el pasado apunta de forma convincente a que pueda suceder; segundo, debe tener consecuencias extremas; y tercero, a pesar de su estatus de “imposible a priori”, la naturaleza humana es capaz de elaborar explicaciones para su ocurrencia después de que suceda, haciéndolo explicable y predecible. Es decir, raro, extremo y predecible en retrospectiva. En conjunto, se trata de una crítica a las predicciones de los analistas (de todos los sectores, no sólo los de bolsa) porque el resultado final de casi cualquier proceso está influido más por factores desconocidos (cisnes negros) que por los datos utilizados en el estudio.

¿Quién podía prever un terremoto y un tsunami de esta magnitud, que provocase problemas en una central nuclear coincidiendo con el petróleo de nuevo por encima de 100 dólares por barril, una guerra en Libia, las inflaciones disparadas y las tarifas eléctricas metiendo presión en el bolsillo de los consumidores? Ni a idea es más inoportuno. ¿Pero a quién se le ocurre poner una central nuclear en la orilla del mar? ¿Es qué nadie había previsto esto? A posteriori, todo parece más probable, como bien señala Taleb.

El filósofo propone diez normas para que una sociedad pueda soportar mejor estos sucesos negativos y beneficiarse de los positivos, que también los hay (normalmente un suceso imprevisto es un riesgo para unos y una oportunidad para otros). Entre ellas destacan: “Nada debe convertirse en demasiado grande para caer”; “no pueden socializarse las pérdidas y privatizarse las ganancias”; “no se puede entregar otro autobús a gente que ha estrellado uno por conducirlo con los ojos tapados” y, sorprendente por su actualidad, “no dejar que una persona con un bonus por incentivos dirija una central nuclear o los riesgos financieros…los bonus no incorporan los riesgos ocultos de explosión”.

En este caso concreto, veremos qué efecto tiene en el medio plazo, pero en el corto, los datos a publicar las próximas semanas deberían reflejar un empeoramiento. Los indicadores de la confianza del consumidor en Estados Unidos son buena muestra de ello donde la subida del precio de los carburantes ha provocado que los índices pierdan todo lo ganado en los últimos meses. Los principales motivos para estar cautos en renta variable no han desaparecido: presión en márgenes empresariales y en consumo por subidas de precios de las materias primas, políticas monetarias más restrictivas a nivel global, e incertidumbre en la resolución de la crisis de deuda soberana en la Unión Europea.

Por cierto, hasta su descubrimiento en Australia a finales del siglo XVII, se creía que los cisnes negros no existían. Sí, existen, y son bastante más feos que los blancos.

Óscar del Diego (comunicacion@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 10 de abril de 2011.


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