Servicio de estudios: Colaboraciones
01-05-2011

¡Sonríe a la cámara, Ben!

Hecho histórico y curioso. Por primera vez en sus casi cien años de historia, el pasado miércoles un presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), Ben Bernanke, dio una rueda de prensa para explicar la decisión mensual sobre la política monetaria de la mayor economía del mundo. Posiblemente no fue el día más acertado para cambiar de costumbres, ¿cómo es que nadie le avisó del enfrentamiento europeo entre Real Madrid y Barcelona? Pero este evento va a ser de especial relevancia para la evolución de los mercados en los próximos meses.

Durante la presentación, una de las principales conclusiones fue que el fin de las políticas cuantitativas de la FED está próximo. A finales del año pasado, Bernanke anunció que compraría deuda en los mercados inyectando liquidez por valor de 600.000 millones de dólares, una medida que se denominó QE2. Más allá de debatir si se han logrado los objetivos macroeconómicos buscados, esta decisión ha supuesto un impulso a los mercados financieros.

Durante estos meses, para sacar provecho a la liquidez reinante, los inversores han buscado activos de riesgo en los que invertir, como la bolsa o las materias primas y la liquidez ha actuado casi como un anestesiante. Den un repaso al actual curso bursátil. En apenas seis meses hemos asistido a la catástrofe de Japón, las revueltas en Oriente Medio y norte de África, indicios de un repunte de inflación a nivel mundial, la intervención de Portugal e Irlanda, una posible restructuración de la deuda griega y la puesta en duda de la calificación crediticia de Estados Unidos. Con todas estas noticias negativas, cabría esperar que los índices hubiesen corregido, sin embargo, las bolsas americanas y europeas suben de media más de un 10% desde el anuncio de la QE2.

La finalización de esta política monetaria el próximo mes de junio puede hacer que los inversores se muestren más prudentes a la hora de seguir comprando activos conforme la liquidez disponible en los mercados se vaya retirando. ¿Supone esto una señal de alarma para los mercados? Posiblemente no. Puede que la FED no tenga mucha experiencia a la hora de hablar frente a la prensa, pero suele marcar muy bien el tiempo de los mercados. A día de hoy, a Ben Bernanke no le interesa un posible desplome del mercado. De ahí el anuncio de que las medidas extraordinarias de liquidez se retirarán progresivamente en el tiempo. Por ejemplo, los títulos de deuda que la FED ha comprado durante los últimos meses no se pondrán a la venta, posiblemente, hasta el año que viene.

En nuestra opinión, después de esta decisión de la FED, los mercados de renta variable europeos deberían seguir dentro del rango que hemos visto durante los últimos trimestres. Las bolsas cuentan con un colchón de seguridad al estar cotizando a un ratio de precio sobre beneficios por debajo de la media histórica y con unos dividendos atractivos. Sin embargo, las incertidumbres que se han generado en estos meses son numerosas y complejas de resolver, como para que nuevas subidas puedan ser consideradas como sólidas. En cualquier caso, será necesario seguir las siguientes presentaciones de Ben Bernanke para tratar de discernir cuál es su estrategia monetaria para los próximos meses y anticipar posibles cambios en la tendencia de los mercados.

David Blasco Palau (dblascop@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 1 de mayo de 2011


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