Servicio de estudios: Colaboraciones
08-05-2011

¿El fin de la "guerra de depósitos"?

En estos días en que los bancos están publicando sus resultados del primer trimestre del año, se está confirmando que el margen de intereses de las entidades sigue presionado por efecto del elevado coste que tienen que pagar para financiarse. Varios directivos de entidades llevan ya unos meses reclamando al Banco de España que tome medidas para poner fin a esta guerra del pasivo, que juzgan insostenible.

A lo largo de 2010, conforme aumentaba la prima de riesgo exigida a la deuda pública española, estas entidades se vieron obligadas a elevar la remuneración en sus emisiones de deuda. Debido a este encarecimiento en el mercado mayorista de capitales, los bancos y cajas decidieron captar liquidez entre sus clientes. Comenzaron así a ofrecerles depósitos “extratipados”, es decir, que ofrecen un tipo más alto que aquel al que deben pagar para financiarse en el mercado interbancario. Un año después, esta práctica ha llevado al sector a una situación muy difícil, en la que la reducción de costes se está imponiendo para salvar la delicada situación de algunas cuentas de resultados.

Ahora, por fin, parece que el supervisor toma cartas en el asunto. El Ministerio de Economía, en su proyecto de reforma del Real Decreto de recursos propios de las entidades financieras, se ha propuesto eliminar la competencia desleal, en el marco de la transposición de una Directiva Europea. Sin embargo, la vía que se ha elegido ha sido rechazada por la Asociación Española Bancaria (AEB), por considerarla intervencionista. El plan que quiere aprobar el Gobierno pasa por exigir el doble de aportación al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) por aquellos productos de ahorro a más de 3 meses cuya rentabilidad ofrecida sea superior al Euribor a 6 meses más un 1,5% (es decir superior a un 3,20% a día de hoy). Es decir, pretende penalizar a las entidades más agresivas. La patronal considera esta propuesta una injerencia en su política de precios. Según le ha hecho saber al regulador la AEB, vería más razonable la exclusión de la garantía otorgada por el FGD de hasta 100.000 euros por depositante a esos productos que por su elevada remuneración implican mayor riesgo para el sistema.

Tampoco se puede olvidar en la valoración de esta propuesta que hay bancos extranjeros que operan en España sin estar integrados en el FGD, por lo que esta penalización en los depósitos de alto rendimiento no les afectaría. Es el caso de ING Direct y Banco Espirito Santo, que operarían en ese caso con ventaja frente al resto de entidades. Se trata además de bancos que han estado captando liquidez en el mercado español de manera agresiva, por lo que la redacción actual del proyecto de reforma resulta especialmente preocupante desde el punto de vista de la competencia.

En el mercado bursátil preocupa la situación de extrema debilidad del margen de intereses de la banca. Trimestre a trimestre se analiza la evolución de la marcha del negocio típico bancario, esperando ver al menos una estabilización. Por el momento no es esa la tendencia general en el sector y cada deterioro adicional añade un punto de desconfianza en los bancos españoles, especialmente para los inversores extranjeros. De una u otra forma, debemos reconducir la estrategia de las entidades hacia una política de gestión de la liquidez más racional.

Anabel Laín Aliaga. (comunicacion@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 8 de mayo de 2011.


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