Sabemos que no sabemos
La semana pasada nos reunimos en París cerca de 500 inversores, 200 analistas y brokers, casi 100 compañías, ¡Vaya montaje en plena crisis! De lo más preocupante fue escuchar cómo las compañías financieras se jactaban de su reducida exposición a periféricos y de cuántas ventas habían hecho los últimos meses. El director financiero de Total, la petrolera francesa, para tranquilizar a los inversores (¿?) llegó a decir que su liquidez, que ronda los 16.000 millones de euros, se depositaba principalmente en el BCE y sólo una pequeña parte en bancos comerciales en depósitos a día. Y que a su gestor de la liquidez no le exigía rentabilidad sino tan sólo que el dinero retornase cada mañana a la cuenta. También nos asombró una visita que tuvimos hace unas semanas de representantes de un banco alemán. Su mensaje era claro: lo que estaba pasando nos lo habíamos ganado y no nos iban a ayudar, era un castigo del mercado por nuestra conducta; parecía que había venido la propia Merkel a Zaragoza. Me temo que va a pasar mucho tiempo hasta que estos inversores vuelvan a comprar renta fija de emisores españoles. O no, porque, afortunadamente en este caso, los inversores somos una raza humana con poca, muy poca memoria.
Cuando se publique este artículo se habrá producido la enésima cumbre de líderes europeos para solucionar la crisis y tendremos más datos para juzgar. Sin embargo, mantener reuniones bilaterales entre Alemania y Francia para llegar a un acuerdo antes de debatirlo con el resto no me parece la manera más elegante de prepararla. Aún así, Italia y España vienen esta vez con la faena si no hecha, al menos empezada, y el acuerdo puede ser más creíble. La última gran cumbre fue un fiasco, en parte por la convocatoria días después del famoso referéndum griego. Las medidas que allí se adoptaron no devolvieron la tranquilidad a los inversores privados a la hora de incorporar a sus carteras bonos de Deuda Pública. Porque ¿quién garantiza que la quita voluntaria de la Deuda griega no se aplique a Portugal? O ¿cómo incentivas a los bancos a que compren más Deuda Pública si les cambias las reglas y les exiges más capital? No es de extrañar que no haya habido adhesiones a la parte del fondo de rescate europeo que debería financiarse con participación privada.
Para mí, la primera noticia en la dirección correcta fue que podría relajarse la imposición de cláusulas de negociación colectiva en los bonos públicos europeos emitidos a partir de 2013 y que abría la puerta a la posibilidad de nuevas quitas para los inversores privados en el futuro. No incluirlas podría devolver a la Deuda Pública parte de ese estatus de activo libre de riesgo que claramente ha perdido. Casualmente, el mercado ha recuperado mucho terreno desde que surgió el rumor. Sin embargo, citando a Dylan Grice, un muy buen analista bursátil capaz de presentarse en las conferencias que he citado antes con un polo de manga corta ante una sala llena de inversores trajeados, sabemos que no sabemos: cuando todo esto haya pasado, unos dirán que lo que cambió el rumbo de la crisis fue esta cumbre, otros que los gobiernos tecnocráticos, otros que fue Mariano,
y nunca lo sabremos con certeza. Por cierto, a Rajoy le atribuyen también que el Real Madrid vaya 6 puntos por delante del FC. Barcelona (antes del clásico), quién lo diría.
afortunadamente en este caso, los inversores somos una raza humana con poca, muy poca memoria
Oscar del Diego Ereza (Oscar@ibgestion.com). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 11 de diciembre de 2011.
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