Vía libre para Mario Draghi
Los alemanes han visto las orejas al lobo. La inflación de la Eurozona ha caído hasta el 0,5%, niveles muy cerca de la deflación, por la baja creación de empleo y la debilidad del consumo interno. Mientras tanto, el Euro se sitúa en niveles máximos de los dos últimos años y puede lastrar a las exportaciones de las empresas del viejo continente. Estos dos factores podrían afectar negativamente a la incipiente recuperación europea y han obligado al Bundesbank a revisar su discurso, dando vía libre a Mario Draghi para para que adopte nuevas medidas extraordinarias.
Esta semana, el máximo representante del BCE ya ha advertido que está dispuesto a aprovechar el cambio de opinión de los alemanes. Los posibles instrumentos ya son públicos. La más probable es que las entidades bancarias tengan que pagar una penalización por la liquidez que tienen inmovilizada en las arcas del banco central. Así, para evitar este coste, las entidades podrían estudiar conceder nuevos créditos. Además, el BCE podría lanzarse a comprar deuda pública y privada en posesión de los bancos con un vencimiento de hasta 10 años. Las entidades recibirían liquidez con la condición de que prestasen más a sus clientes, principalmente a las PYMES. Por otra parte, como habría más euros en el mercado, la moneda única debería debilitarse frente a otras divisas y ayudar a que las empresas europeas exporten más.
Veo positivo que el BCE tome nuevas medidas para afianzar el crecimiento económico europeo, sin embargo, el riesgo es que las mismas tengan más efectos en los mercados financieros que en la economía real, como ya ha sucedido en EE.UU. o Japón. Es en la implantación de las mismas, donde Draghi tendrá que demostrar, una vez más, su maestría. El 8 de mayo, con la reunión mensual del BCE, tendremos más respuestas.
David Blasco Palau (dblascop@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 20 de abril de 2014.
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