2012. ¿comienzo de una nueva era?

El ejercicio 2012 aparenta ser un año de fuertes y decisivos cambios. Pero esto no es algo nuevo, ya que la Civilización Maya lo auguraba hace miles de años. El calendario de los mayas establecía como origen del mundo el 13 de agosto del 3.114 A.C. y como fin del “cuarto mundo” el 21 de diciembre del 2012, momento en el que se iniciará “la edad de Itza”, una edad de conocimiento en la que todo cambiará radicalmente.

Pues bien, 2012 se ha iniciado con una gran incertidumbre y las perspectivas para la economía mundial, hay que reconocer, no son nada favorables. En las últimas semanas los principales organismos internacionales (FMI, OCDE) han revisado a la baja las previsiones de crecimiento para los países desarrollados y prevén una desaceleración, aunque controlada, en los países emergentes. Así, para el conjunto de la economía mundial se espera un avance del PIB en torno al 3%.

Y aunque las causas de la negativa evolución económica son diferentes para cada zona, los principales analistas están de acuerdo en que la crisis de deuda soberana de la Zona Euro es la fuente de tensiones y de desconfianza.

Por una parte, aunque Estados Unidos muestra un perfil de crecimiento expansivo, gracias a la mejora de la demanda interna, este puede truncarse por los efectos de la crisis europea y el déficit estructural americano. Por otra China, país destinado a desempeñar un papel clave en 2012 y en las próximas décadas, ha iniciado un proceso de desaceleración para evitar el sobrecalentamiento generado por la expansión de la demanda interna y su sector inmobiliario ha entrado en crisis.

Pero, la situación más negativa se centra en Europa, donde la desaceleración de la actividad será la tónica general en los próximos trimestres. El deterioro del mercado laboral, con una tasa de paro del 10,3% en noviembre 2011, el endurecimiento de la concesiones crediticias ha retraído el consumo en las familias y la inversión en las empresas. Sin embargo, la mayor causa de incertidumbre es la persistencia de la crisis de deuda europea y la incapacidad de los políticos europeos de encontrar soluciones para la misma.

Finalmente, la economía española comienza el año muy debilitada y con grandes retos. Esta misma semana la consultora Morgan Stanley y la agencia de calificación Moody´s han estimado un crecimiento negativo para el cuarto trimestre de 2011 y para la primera mitad de 2012, llevando a España a una nueva recesión. El deterioro del crecimiento en la segunda mitad de 2011 ha tenido como principales causas la menor contribución del sector exterior, como consecuencia de la ralentización de las principales economías europeas, la crisis de deuda soberana indicada y la pésima evolución del mercado de trabajo que según las estimaciones del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, puede cerrar 2011 con un total de 5.300.000 parados.

De esta forma, es necesario que el nuevo gobierno avance en la estabilización de las finanzas públicas y lleve a cabo las profundas reformas estructurales demandadas: la reestructuración del sector bancario y la reforma laboral para recuperar la confianza de los inversores y tener posibilidades de iniciar la recuperación. Espero pues que realmente estemos a las puertas de un gran cambio, como auguran los mayas, porque lo vamos a necesitar.

Arantxa Gimeno Sanz (magimeno@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 15 de enero de 2012.