Servicio de estudios: Colaboraciones
19-02-2012

Vísteme despacio, que tengo prisa

Tras más de diez años de retornos negativos acumulados en renta variable, podemos decir que el mes de enero nos ha dejado un buen sabor de boca: los índices internacionales han tenido el mejor mes desde 1994. También en el caso de la renta fija, donde los inversores posicionados en deuda pública española y en emisiones del sector privado han obtenido revalorizaciones importantes en un corto espacio de tiempo

La pregunta que todos nos hacemos ahora es, ¿vendo mis posiciones o mantengo las plusvalías sin realizar buscando una extensión del rally? Hay que admitir que la respuesta no es fácil, así que formulemos otra pregunta ¿Qué ha pasado para que los activos de riesgo hayan subido en algunos casos un 10% en apenas un mes? En primer lugar, la actuación del BCE ha sido magistral con “chorros” de liquidez ilimitada a los bancos a 3 años para convertirlos en prestadores de último recurso ante los estados, lo que les ha permitido reducir sus costes de colocación de la deuda pública y eliminar el riesgo de refinanciación en 2012.La famosa “prima” ya no es portada de periódicos pero en noviembre provocó que ustedes pudieran comprar letras españolas a 12 meses al 5,2%, el martes de esta semana el Tesoro tan solo tuvo que pagar menos del 2%.El otro factor en el que descansa la recuperación de los mercados ha sido el anuncio, tristemente acabamos de empezar, de medidas de austeridad y de cambios estructurales en el mercado laboral en países como España, y en menor medida Italia.

Sin embargo, hay cosas que no han cambiado desde que compartí con ustedes un café un domingo como este el pasado 4 de diciembre. Grecia sigue siendo una broma de mal gusto. Cualquiera que extrapole las cifras de su economía a una contabilidad familiar de andar por casa verá que es inviable salir adelante con o sin quita de deuda, ya que en 2012 entrará en el quinto año de contracción económica. Reactivar el crecimiento económico en el país heleno con fuertes recortes de gasto público, rebajando los salarios y subiendo los impuestos parece algo poco factible. Lógicamente pueden llegar a la conclusión de que todas estas medidas se están aplicando también en España y están en lo cierto, pero existe una diferencia importante entre ambos países: la palanca de crecimiento de la demanda exterior con la que cuenta España, que aportó el año pasado al PIB un 2%

Decía Peter Lynch que “los inversores han perdido mucho más dinero tratando de anticipar las caídas del mercado que en las propias correcciones”. Por lo tanto, apliquen el sentido común a sus inversiones y confíen en el asesoramiento de su gestor.

Javier Rillo Sebastián (ibercajapatrimonios@ibercaja.net). Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón, 19 de febrero de 2012


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