No disparen al pianista
La pasada semana, la prensa europea centraba sus miradas en los primeros presupuestos generales del gobierno del PP. El plan de ajuste fiscal presentado en diciembre se ha mostrado insuficiente tal y como refleja niveles superiores al 3.5% de la prima de riesgo.
Podríamos achacar este tipo de comportamiento a la tiranía de un mercado que, tras la estabilización (puntual) en Grecia, estaría buscando otra cabeza de turco para apostar a la baja. Deberíamos hacer una reflexión sobre si hay un trasfondo detrás de esta conspiración. Los ajustes aprobados en el proyecto de presupuestos generales, son necesarios pero no suficientes si se quiere conseguir el nuevo objetivo de déficit del 5.3%.
Se trata de un problema de fundamento matemático además de económico. Una parte de los ingresos de las arcas públicas son el resultado de multiplicar un porcentaje (impuesto/tasa) sobre una base dependiente del crecimiento económico. Desde el punto de vista de los gastos, no sólo no dependen de la evolución económica (pensiones y salarios) si no que funcionan de forma inversa (subsidios por desempleo y fomento del empleo). Esta combinación, conocida como estabilizador automático puede actuar como una bomba de relojería donde el detonador es la falta de crecimiento. En resumidas cuentas, si España decrece, no sólo ingresa menos si no que puede verse abocada a gastar más.
La previsión del Gobierno es una caida del 1.7% PIB de 2012. Con la restricción de la políticas públicas de gasto e inversión, la tasa de paro por encima del 20% (más del 50% entre los jóvenes), mercado inmobiliario lejos de su recuperación y sector financiero pendiente de su restructuración; no es de extrañar que algunos bancos de inversión prevean caídas del 2% del PIB y el consiguiente descabalamiento de las cuentas públicas. A lo anterior se añade la aparición en las últimas semanas de un empeoramiento del sector exterior y los resultados de las elecciones andaluzas.
Este último acontecimiento nos lleva al otro punto candente: las Comunidades Autonomas. Estas fueron las responsables de más del 65% de la desviación sobre el objetivo de déficit del pasado año. El esfuerzo que se les pide es de otros 15.000 millones, y salvo en el caso de Cataluña y el copago, en el resto no se ha visto movimientos serios de contención y restricción del gasto.
La clave para el cumplimiento de estas cifras va a ser el crecimiento y el apoyo de las Comunidades Autónomas a las políticas de reducción del gasto. Esperemos que, como dice Amaral en una de sus canciones: en las cenizas del fracaso, está la sabiduría. Feliz Pascua.
Mª José Martínez Blázquez (mjmartinezb@patrimonios.ibercaja.es) Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón,8 de abril de 2012
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