Servicio de estudios: Colaboraciones
22-07-2012

Todos con la roja

John Maynard Keynes dijo una vez “los mercados pueden permanecer irracionales más tiempo del que usted puede permanecer solvente”, y no le faltaba razón. Sin embargo, si me lo permiten, yo cambiaría la palabra mercados por instituciones y políticos.

La escasez de medidas creíbles y la lentitud en la toma de las mismas por parte de los órganos de decisión europeos está provocando una desaceleración del crecimiento económico mundial en los últimos meses (China ya crece por debajo del 8%, EEUU menos del 2% y la Eurozona está inmersa en una contracción impulsada por los países periféricos del sur). Tras superar Grecia la enésima crisis interna una vez celebradas las segundas elecciones generales este año, el foco de atención ahora se ha centrado en España, cuestionando el mercado la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas y la solvencia del sistema financiero, ambos a punto de entrar en terreno de bono basura y presionados por un bono español a 10 años en el 7% de interés frente al 1,20% de Alemania. Incluso países intervenidos como Irlanda o Portugal ya se financian más barato que España en letras con vencimiento menor a 12 meses.

La realidad nos dice que el engranaje de instituciones europeas, BCE y Comisión Europea, nos ha facilitado desde el pasado mes de octubre por distintas vías (subastas de liquidez LTRO del BCE, compra de deuda pública en el mercado secundario a través del programa SMP y línea de crédito concedida al sistema financiero) ayudas por importe de 500.000 millones de euros. Por lo tanto, sin ser asimilable a los recates realizados a países como Grecia, Irlanda o Portugal, la dependencia de nuestros socios es enorme. Pero obviamente estas ayudas deben ser devueltas, en tiempo y forma, y es por ello que España se ha visto abocada a tomar nuevas medidas para aumentar la recaudación de ingresos y reducir los gastos por importe superior a 60.000 millones de euros, con el objetivo de seguir teniendo las vías de financiación abiertas. Incluso nos han relajado el objetivo de déficit para 2012 desde el 5’3% del PIB al 6’3%, ante la imposibilidad de alcanzarlo tras conocer las cifras de evolución presupuestaria a cierre del mes de mayo.

Los próximos meses van a ser claves para conocer la fortaleza del proyecto del euro (¿se creará un órgano de supervisión bancaria europeo?), conocer si España y las CCAA lograrán refinanciar sin ayudas adicionales los 100.000 millones de euros pendientes a cierre del mes junio y conocer si España, y no solo el deporte español, puede presumir de ser un país unido frente a la adversidad.

Les deseo un feliz verano.

Javier Rillo Sebastián (jrillo@patrimonios.ibercaja.es). Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón, 22 de julio de 2012 


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