A la vuelta de Agosto
Espectacular comportamiento del IBEX con un 20% de subida en apenas dos semanas, justo cuando los más agoreros veían ya al selectivo español en los 5.200 puntos, niveles no vistos desde 2002. Esta subida supone un respiro para los inversores y la esperanza de poder disfrutar de lo que resta de los Juegos Olímpicos, de las fiestas populares y de un chapuzón en la playa con una cierta calma. Sin embargo, a la vuelta de agosto quedan todavía asuntos pendientes.
Dos intervenciones explican el reciente repunte de la renta variable. Por una parte, la prohibición de abrir nuevas posiciones cortas en la bolsa española e italiana pone freno a los movimientos más especulativos del mercado. Por otra lado, las firmes declaraciones de Mario Draghi a favor del Euro. El BCE se ha comprometido a comprar deuda pública en los mercados con nuevas medidas que se concretarán en septiembre. Estas dos intervenciones han sido muy efectivas, al romper la dinámica de pesimismo exacerbado que se había apoderado de los mercados en los últimos meses. Los inversores parecen ahora estar dispuestos a esperar hasta septiembre para analizar las decisiones de Draghi y la próxima reunión del Eurogrupo. Así, lo que queda de mes debería ser un periodo de transición, con volúmenes muy reducidos.
En septiembre, España e Italia deberán volver a los mercados para financiarse. El importe que necesita cada país para lo que resta de año supera los 100.000 millones de euros, un importe extremadamente complicado si se mantienen los tipos interés de la deuda pública registrados en los últimos meses. Sin embargo, Draghi ya ha declarado que no intervendrá en los mercados si los países no realizan una solicitud formal de ayuda. Aunque la palabra rescate acuda a nuestra mente, en realidad ya estamos realizando los ajustes que Europa nos exige. Las posibles contrapartidas adicionales solo suponen continuar el camino del ajuste que ya hemos iniciado este año. La petición de ayuda a Europa queda así como un trámite duro, pero necesario.
Creemos que de producirse esta solicitud, sería un momento clave para nuestra economía y por ende, para los mercados. Las reglas del juego estarían cambiando. El BCE y los fondos de estabilidad financiera deberían suponer una garantía para los inversores. Europa estaría respaldando las medidas que España e Italia están adoptando. El camino no será fácil, por lo tanto, disfruten de estas semanas de cierto relax y recarguen baterías, porque a la vuelta de agosto nos esperan momentos decisivos.
David Blasco Palau (dblascop@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 12 de agosto de 2012
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