Servicio de estudios: Colaboraciones
23-09-2012

Soros contra Merkel

Recordemos una fecha, el 16 de Septiembre de 1992, día en que la libra esterlina y la lira abandonaron el Sistema Monetario Europeo (SME) después de que los especuladores, con George Soros al frente del ataque, hicieran saltar por los aires todos los límites que se habían establecido para permanecer en él. La debilidad de la Unión Europea también era patente pese a que al euro le faltaban varios años para nacer. Mario Draghi era director general del Tesoro italiano y desde su puesto intentaba mantener a flote la lira, aunque no pudo hacer nada. A través de Quantum Fund, Soros tomó fuertes posiciones en libras durante días, y el 16 de septiembre dio orden de venta de todas ellas contra marcos, de forma que fue imposible mantener la cotización de la libra y ésta se devaluó un 15% haciendo que saliera del SME y otras monedas europeas tuvieron que afrontar devaluaciones, entre ellas la peseta, para poder seguir dentro del sistema europeo.


La arquitectura europea hacía aguas entonces porque todas las economías estaban ligadas a la alemana y a sus tipos de interés. Ahora, 20 años después, los problemas no son tan diferentes y los ataques de los especuladores son similares. La diferencia ahora es que el BCE tiene muchos más fondos con los que hacerles frente. Como asegura Draghi, está dispuesto a hacer “lo que sea necesario” para salvar al euro.

 
Hoy resulta interesante escuchar la “receta” que postula Soros para salir de la crisis europea. En primer lugar, aplaude el programa de compra de bonos aprobado por el BCE, pero insta al gobierno alemán a que impulse una agenda por el crecimiento económico, acelere en el establecimiento de una autoridad fiscal europea y que garantice la creación de los eurobonos. Como alternativa a todas estas medidas, solo ve la salida del euro de Alemania, ya que si insiste en una política de austeridad y de recortes, sólo empujaría a Europa a una depresión que duraría entre 5 y 10 años, reforzando la tendencia deflacionista global, contribuyendo a que la economía alemana se ralentizara y dejara de crecer. Además, se exacerbaría la división de la eurozona entre deudores y prestamistas, lo que conduciría a una quiebra del euro.

 
Dentro de 20 años se escribirá sobre esta crisis, y se verá quien tenía razón: si las recetas de austeridad de la Sra. Merkel o las recetas de estímulos del Sr. Soros. Nosotros mientras tanto nos mantenemos cautos ante el último rally de mercado, ya que para que sea sostenible sería necesario una mejora en las perspectivas macroeconómicas, lo que a corto plazo vemos bastante difícil.

Beatriz Catalán Corredor (bcatalan@gestionfondos.ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 23 de septiembre de 2012


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