Servicio de estudios: Colaboraciones
30-09-2012

Sin margen de seguridad

Dos factores influyen principalmente en la evolución de la renta variable, los “fundamentales”, dígase expectativas económicas y empresariales, y el “sentimiento de mercado”, basado principalmente en la incertidumbre que rodea a las decisiones de inversión. Estos dos factores a su vez se complementan con un tercer elemento, la valoración. De esta forma, unos buenos fundamentales pueden no ser argumento suficiente si las valoraciones son excesivas, mientras que un momento de máxima incertidumbre puede ser señal de compra, siempre que el “margen de seguridad” de las valoraciones sea lo suficientemente atractivo.

En las últimas semanas hemos asistido a una notable mejora en el sentimiento de mercado. La actitud del BCE ha marcado un punto de inflexión con su compromiso de comprar deuda de países cuyos costes de financiación no sean razonables. Esta mejora, a unos niveles de valoración inferior a las 8 veces beneficios de 2013 en el caso del Ibex-35, llevó a que el índice español experimentara un espectacular repunte desde finales de julio, cercano al 40%.

A estas alturas llega la hora de plantearse si la renta variable sigue siendo una buena inversión a medio plazo. Tras la actual mejora en el sentimiento de mercado, esta decisión sólo se justificaría por una mejora en los fundamentales o un margen de seguridad suficientemente atractivo.

Desde el anuncio del BCE, las expectativas de crecimiento en la economía global no han hecho sino deteriorarse. Además del evidente deterioro en Europa, la economía estadounidense y china siguen sendas pautas de desaceleración.

Además, hay varios frentes abiertos que podrían afectar de nuevo a los fundamentales y al sentimiento de mercado. Entre ellos destacamos la situación de España, donde la ruptura social y la indecisión a la hora de pedir la compra de deuda está afectando al sentimiento de mercado. Tampoco hay que perder de vista Estados Unidos, que se enfrenta al reto de asimilar el vencimiento de importantes estímulos fiscales que en agregado suponen hasta cinco puntos porcentuales de PIB. La proximidad de las elecciones podría llevar a un intenso debate entre demócratas y republicanos que retrase cualquier decisión.

¿Y el margen de seguridad? Con una economía española en recesión el año que viene y los riesgos mentados, unas valoraciones por encima de las 10 veces beneficios actuales no parece suficiente reclamo.

De esta forma, sin unos fundamentales sólidos, el sentimiento de mercado en riesgo de deterioro y un margen de seguridad ajustado, la renta variable no parece una gran opción a medio plazo. Habrá que esperar a que la incertidumbre nos devuelva un margen de seguridad suficiente.

A mi tía. Siempre en mi recuerdo.

Marcos Sánchez Bienzobas (msanchez@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 30 de septiembre de 2012


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