Servicio de estudios: Colaboraciones
02-12-2012

Cambios políticos en China

Lo que pase en China, afecta a todo el mundo. Así como nos interesaba la elección presidencial americana, también es de crucial importancia quién y cómo van a mandar en China, y es que los puntos de vista sobre el equilibrio del poder económico han cambiado drásticamente en los últimos cuatro años: en 2008, antes de la quiebra de Lehman Brothers, el 45% de los inversores mencionaba a EE.UU. como superpotencia económica del mundo y el 22% a China; en la actualidad, el 36% se refieren a EE.UU. pero el 42% creen que China es la número uno.


Por su tamaño China es como un transatlántico que no se puede gobernar a golpe de timón, sino con lentas y suaves variaciones de rumbo. La reforma política se hará esperar aún varias décadas. Tras el 18º Congreso del Partido Comunista Chino, Xi Jinping sustituirá a Hu Jintao como Secretario General del Partido Comunista, pero la transición total de la quinta generación de dirigentes chinos en todas sus líneas de Gobierno no se completará hasta el Congreso Nacional de Marzo. El nuevo líder es conocido por su lucha contra la corrupción, su pragmatismo y diplomacia, aspectos muy necesarios para la próxima década.


Por el lado de la política económica, en la Conferencia Anual de Diciembre, se harán públicos los objetivos para el 2013. Posiblemente, continúen en la misma línea, con el 12º plan quinquenal (2011-2015) actual en marcha. No parece que vayamos a ver una aceleración de las medidas de estímulo, aunque al mercado le gustará ver que la transición política no ha traído mayores problemas. China pretende doblar el PIB nacional del 2010 y la renta per cápita para el 2020, lo que implica un ritmo de crecimiento anual del 7,2%. En la última década ha más que cuadruplicado su nivel de PIB nominal, aumentando las autopistas en un 133%, triplicando la capacidad eléctrica instalada y completando la construcción de 4,9 billones de metros cuadrados de vivienda residencial. Sin embargo, este crecimiento ha tenido unos costes sociales y medioambientales importantes, que se han intentado reducir en los últimos años, por lo que la prioridad para el nuevo gobierno seguirá siendo el crecimiento del consumo interno.


El nuevo líder parece que está en la línea de Deng Xiao Ping, presidente que llevó en los 80 al país hacia una economía de mercado, poniendo en marcha un ambicioso plan de apertura y liberalización de la misma. Veremos si Xi Jinping es fiel a la famosa frase de su “maestro” de que "da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones" y es capaz de dar nuevos aires a su economía. Atentos a nuevas oportunidades de inversión.

Beatriz Catalán Corredor (bcatalan@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 2 de diciembre de 2012


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