Servicio de estudios: Colaboraciones
23-12-2012

Europa, en reformas

Durante 2012, hemos vivido un profundo reconocimiento y aceptación de la crisis de la eurozona. El sentimiento común es que no hay más alternativa que realizar un cambio estructural. Hemos navegado, con éxito hasta el momento, a través de un mar muy revuelto a nivel mundial. Contra nuestro barco han impactado las olas de la inestabilidad financiera y el ajuste fiscal en Europa, la incertidumbre sobre el resultado electoral estadounidense y su techo de deuda, así como una desaceleración del crecimiento de los países emergentes. No sabemos la dirección en la que va a soplar el viento, pero si podemos ajustar las velas. Y eso es lo que a nivel europeo se ha estado realizando. Se han introducido mecanismos, como la nueva política del BCE de compra ilimitada de bonos de países con problemas en el mercado secundario, que han permitido estabilizar los mercados financieros europeos y asegurar la continuidad del euro. Una estabilización que hemos visto reflejada en la disminución de la prima de riesgo de los distintos países periféricos y las alzas sostenidas de las bolsas en la segunda mitad del año. Pero esto no es suficiente para llegar a buen puerto. Europa necesita una Unión Bancaria y Fiscal. Hasta el momento, las instituciones europeas han comprado tiempo. Un tiempo necesario para llevar a cabo las reformas económicas e institucionales que, inevitablemente, deben acometerse antes de dar origen a nuevos entes e instrumentos de mutualización de riesgos a nivel supranacional que cimienten una verdadera Unión Europea. Un elemento clave en la gestión de la crisis que nos ha golpeado, ha sido la ausencia de instituciones ágiles que den respuesta rápida a los desafíos. Sin embargo, no se espera la adopción de medidas significativas antes de las elecciones alemanas del próximo septiembre. De momento, el Ecofin ha acordado la creación de un supervisor bancario único en la figura del BCE, clave para desligar el riesgo soberano del financiero. El proceso comenzará en 2013 y será operativo en el primer trimestre de 2014. El Banco Central tendrá poderes de supervisión sobre aquellas entidades con unos activos superiores a 30.000 millones euros. Mi deseo económico para 2013: que los gobiernos de los países europeos continúen en la senda reformista comenzada, con determinación y pensando en Europa por encima de intereses individuales. Como apuntó Jean Claude Junker, presidente del Eurogrupo: “Todos sabemos lo que tenemos que hacer, lo que no sabemos es como ser reelegidos tras haberlo hecho”. ¿Seguirán tomando las medidas necesarias aun a riesgo de resultar impopulares? Les animo a ello.

Pedro Lacambra Prieto (placambra@ibercaja.es) Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 23 de diciembre de 2012


Volver