Servicio de estudios: Colaboraciones
17-03-2013

Buscando rentabilidad. Bonos de alto rendimiento

En los últimos años, los bancos centrales de todo el mundo han llevado a cabo políticas monetarias ultra expansivas en un intento de impulsar el crecimiento económico. Estas actuaciones han llevado a los tipos de interés a corto plazo a niveles próximos a cero, mientras que los tramos largos han bajado a mínimos históricos de rentabilidad.


Este entorno de tipos bajos, unido a la mejora de sentimiento experimentado por el mercado en los últimos meses ha llevado a los inversores a buscar rentabilidades más atractivas en diferentes tipos de activos, siendo el mercado de bonos de alto rendimiento (también conocido como high yield) uno de los principales receptores de estos flujos.


El sector de bonos de alto rendimiento es relativamente joven, comparado con otras grandes clases de activos. El mercado surge después de la crisis de ahorro y préstamos que vivió EEUU a comienzos de los años 80 y que obligó a las empresas estadounidenses a replantearse como captar financiación. Durante ese período, muchas compañías volvieron la vista hacia el mercado de bonos para captar recursos en lugar de pedir prestado a los bancos. Como resultado de todo ello nació el mercado de bonos high yield en EEUU.


Este mismo proceso se está dando actualmente en Europa y Asia tras la crisis crediticia. Los bancos de estas áreas económicas han restringido el crédito porque se han visto obligados a revaluar su exposición al riesgo y a satisfacer nuevas normativas bancarias sobre capitalización.

 
De esta manera, las emisiones de bonos han pasado a ser un elemento esencial de las estructuras de capital de las empresas europeas, tal y como ocurre ya en EEUU. Existen razones para pensar que esta situación se mantendrá, sobre todo teniendo en cuenta las pocas probabilidades de que los bancos europeos vuelvan a los niveles de concesión de préstamos que registraban antes del 2008.

Cristina Gavín Moreno. (cgavin@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 17 de marzo de 2013


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