Servicio de estudios: Colaboraciones
07-04-2013

En un callejón sin salida

La deuda total en el mundo occidental (estados, empresas y consumidores) es tan elevada que parece bastante improbable que pueda ser pagada si no se acelera el crecimiento económico anémico de los últimos años. El mandato general de los bancos centrales hasta antes del inicio de la crisis económico-financiera en el año 2007 había sido en términos generales lograr la estabilidad de precios. Sin embargo, como consecuencia de la fuerte presión ejercida por los gobiernos en los últimos años, los objetivos han cambiado: mayor crecimiento económico, menor desempleo, estabilidad financiera y por supuesto, mantener la inflación controlada. Las cuentas públicas ya no permiten impulsar nuevos planes fiscales expansivos, y los acreedores ya no están dispuestos a financiarlos. Aquí entra el concepto de represión financiera, es decir, los bancos centrales han fijado unos tipos de interés muy reducidos para “facilitar” la refinanciación de esa deuda, penalizando al ahorrador y favoreciendo una subida del precio de activos financieros (bolsa de EEUU y Alemania en máximos históricos).

 
A pesar de la enorme expansión de los balances de los bancos centrales, la recuperación en la economía real ha sido débil. Buena parte se explica por unos consumidores demasiado endeudados, un sector empresarial que no puede o no desea invertir y un sistema financiero en un proceso de recapitalización y desapalancamiento continúo. Cinco países de la Eurozona ya han recibido algún tipo de asistencia financiera, el último de ellos Chipre, en el que se ha puesto en duda el dinero de los depositantes. En la Eurozona hay 8 billones de euros en depósitos, y los gobiernos tienen una recaudación vía impuestos de 4,5 billones. Por lo tanto, la única forma de respetar los ahorros de los ciudadanos pasa por un sistema financiero más capitalizado, y bajo el amparo de una unión bancaria que establezca una regulación común para todos los estados miembros.

Javier Rillo Sebastián (jrillo@patrimonios.ibercaja.es). Ibercaja Patrimonios. Heraldo de Aragón, 7 de abril de 2013


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