La espoleta de la Bolsa

Parece que el crecimiento económico de la Eurozona está siendo muy débil en el inicio de este segundo trimestre como reflejan los indicadores de expectativas de la economía alemana publicados recientemente. En España las previsiones oficiales para este ejercicio se han tenido que actualizar a la baja adecuándose a la realidad.

Desde el verano pasado la fuerte apreciación del euro está lastrando las exportaciones de todos los países del Euro y debilitando su crecimiento. Por otro lado, el calado de la reducción de los desequilibrios acometida en los últimos trimestres y la velocidad exigida, están afectando peor de lo esperado a la economía española, al igual que a otros países de la periferia. La necesidad de reducir los déficits fiscales no tiene mucha discusión, pero se ha exigido mucho en demasiado poco tiempo. Ahora incluso la Sra. Merkel parece interesada en dar más tiempo a los gobiernos suavizando los objetivos de reducción de los déficits públicos. Lógicamente su interés radica en restablecer un ambiente de normalidad en el continente que facilite su reelección en las elecciones alemanas de septiembre.

La reacción alcista de los mercados financieros en los últimos días, ante la publicación de estos datos negativos, han podido desconcertar a más de uno. Los inversores anticipan una bajada de tipos del Banco Central Europeo (BCE) más cercana de lo previsto antes de conocerse la reciente evolución económica. Se espera que el BCE recorte el próximo jueves su tipo de intervención en 0,25% dejándolo en el 0,50%.

La huida desde la liquidez hacia activos de mayor riesgo es una tendencia que no ha hecho más que comenzar: una espoleta para la bolsa. La búsqueda de la rentabilidad, en el entorno de tipos muy bajos en el que vamos a estar inmersos por un tiempo prolongado, está ya dirigiendo un flujo de entrada de fondos hacia las bolsas que en los próximos meses promete arreciar.

Anabel Laín Aliaga. (alain@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 28 de abril de 2013