Malos augurios para la próxmia cosecha

Este jueves se celebró en Estados Unidos la festividad de Acción de Gracias, antigua tradición de raíces inglesas, con connotaciones religiosas y cuyo significado original era dar gracias a Dios por la cosecha del año.

Para esta ocasión los inversores estadounidenses se habrán sentado alrededor de un gran y jugoso pavo, tras un año en el que el S&P-500 ha repuntado casi un 30%. El centro de todos sus agradecimientos debería haber sido una deidad mucho más terrenal, la Reserva Federal, cuya política monetaria súper expansiva ha sido el abono perfecto para tan suculenta cosecha financiera.

Pero estas políticas son un nuevo experimento cuyas consecuencias reales no conoceremos hasta dentro de mucho tiempo y que hay que observar con cautela. De momento, la máxima autoridad en materia monetaria de Estados Unidos se encuentra ante un gran reto en el corto plazo, retirar los estímulos sin afectar de manera significativa a la recuperación económica.

Ya su máximo mandatario, Ben Bernanke, tuvo que decir Diego donde dijo digo después de que sus comentarios a mediados de año señalizando una próxima retirada de estímulos provocase un fuerte e inesperado repunte del tipo de interés de la deuda americana.

Esta reacción no ha sido sino un aviso a navegantes sobre la dependencia de la liquidez que se ha generado en los mercados con este tipo de políticas. A pesar de que la actual complacencia ha llevado a muchos analistas a infra estimar este riego, la gran incógnita para el año que viene será observar como maneja la Fed este desafío.

A no ser que la recuperación económica en Estados Unidos se muestre mucho más sólida de lo que estamos viendo recientemente, la Reserva Federal podría amargar el pavo a los inversores durante la próxima festividad de Acción de Gracias.

Marcos Sánchez Bienzobas (msanchezb@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 1 de diciembre de 2013