Tudo isto é Fado

El fado, la expresión más conocida a nivel mundial de la música portuguesa. Una música nostálgica, que llena de tristeza el ambiente. Quizás hoy en día esta música tan portuguesa expresa mejor que nunca el sentimiento que impregna la economía lusa y por extensión a todo Portugal. A primera vista, motivos no les faltan.

En junio del próximo año, vence el plan de austeridad asociado al rescate de 78.000 millones de euros que pidió el gobierno portugués en abril de 2011. Aunque el primer ministro Passos Coelho insiste en que su ambición es poder concluir el programa en el tiempo previsto, lo cierto es que no se descarta que Portugal tenga que pedir una asistencia financiera internacional. La agencia Fich advierte que esto implicaría para el país tener que aceptar condiciones más exigentes que las negociadas en 2011.

Parece un escenario poco optimista ¿verdad? Sin embargo, el bono portugués a 10 años, ha pasado de una rentabilidad del 7.50% en septiembre de este año al 6,0% en la actualidad. Y por si esto fuera poco, hace apenas una semana y media, el Tesoro Portugués completaba con éxito un programa de extensión de su deuda por un importe de 6600 millones de euros. ¿Qué están viendo los inversores para que su confianza sobre la economía portuguesa esté mejorando?

Pues parece que no pocas cosas. Las previsiones para 2014 apuntan hacia un crecimiento del PIB del 0,8% frente al -1,8% que se espera para este 2013. La tasa de paro da muestras de recuperación, descendiendo hasta el 17%, el clima de confianza ha mejorado en los últimos meses, las exportaciones continúan al alza y los ingresos extraordinarios previstos por las diferentes privatizaciones puestas en marcha es probable que permitan a Portugal cumplir con los objetivos de reducción del déficit en línea con lo pactado con la “troika”. ¿Nada mal eh?
Uno de los más famosos fados portugueses dice: “Todo es triste, Todo es fado” Bueno, quizás en la economía portuguesa no todo.

Cristina Gavín Moreno (cgavin@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 15 de diciembre de 2013