Servicio de estudios: Colaboraciones
19-01-2014

Volubles como plumas al viento

Lo que cantaba sobre la mujer el Duque de Mantua se podría decir (con menos riesgo de parecer misógino) de los mercados financieros. Hace un año, España estaba en el punto de mira de los francotiradores y no pocos apostaban por su quiebra, hoy su recuperación acapara elogios, muchos procedentes de los mismos que pregonaban su ruina. Antes de que el BCE, Draghi mediante, asegurase hacer todo lo necesario para evitar la ruptura del euro, vimos la prima de riesgo española por encima de los 600 puntos básicos, a comienzos de 2014 rompió a la baja los 200. Y si entonces el Ibex llegó a cotizar en 6000 puntos, ahora supera los 10000 con una revalorización de más del 70%.


¿Tanto ha cambiado la coyuntura de la economía española? Los datos muestran una mejora cada vez más consistente, hemos asistido a crecimientos en las ventas minoristas o la producción industrial largo tiempo añorados, e incluso el mercado laboral ofrece alguna alegría desde su lúgubre situación. Pero no hay que olvidar que buena parte de los temores de entonces estaban relacionados con el desequilibrio de las cuentas públicas y en este aspecto las noticias no son tan esperanzadoras. Ya no se cuestiona la solvencia del tesoro, pero se estima que el déficit rondó el 7% del PIB en 2013, de forma que todavía es necesario un importante ajuste para asegurar la sostenibilidad de la deuda cuando ésta ya ha superado el 90% del PIB. Aunque la recuperación del ciclo ayude, según los cálculos del FMI, el déficit estructural aún se encuentra próximo al 5% del PIB y requiere medidas adicionales.


La mejor percepción de los inversores es bien recibida y permite que nos financiemos a unos tipos de interés cada vez más razonables, pero conviene no confiarse y seguir purgando desequilibrios. Los volubles mercados financieros cambian rápido de forma de pensar, y pueden ser tan convulsos como la Italia de Rigoletto.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 19 de enero de 2014


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