Zhongguo

¿Saben cómo llaman los chinos a su país? Zhongguo. ¿Y saben lo que significa? Pues literalmente quiere decir “centro del mundo” ¿modestos verdad? Vale, es una denominación que viene de la antigüedad, y en honor a la verdad diré que los chinos no fueron la única civilización en percibir su país con el “centro” del mundo. Pero estarán conmigo que no deja de ser curioso, sobre todo ahora que realmente China se ha convertido en el “centro” de preocupación por los posibles efectos que la desaceleración de su economía puede tener sobre el resto del mundo.

Hace apenas unos días se publicaba el índice de gestor de compras (PMI) del país, y se situaba en el nivel más bajo de los últimos siete meses, lo que elevaba la preocupación por la “debilidad” del crecimiento chino y provocaba la mayor caída del yuan desde 2011.

Las autoridades chinas hace tiempo que son conscientes de los problemas de desaceleración que afronta su economía. Esto quedó claramente reflejado en el documentó que surgió de la tercera sesión plenaria del XVIII Congreso del Partido Comunista de China que tuvo lugar el pasado noviembre. En él, se expresa claramente el objetivo de mejorar la calidad del crecimiento a través de la estimulación del consumo interno y la aceleración de la modernización industrial del país, en un intento claro de transformar la economía china, desde un modelo impulsado por la inversión y las exportaciones, hasta otro modelo impulsado por el consumo.

Reformas ambiciosas que buscan transformar no solo el sistema productivo, sino también la sociedad china y sentar las bases para la creación de una “economía moderna”, con un mayor protagonismo de la esfera privada y con un crecimiento potencial elevado y sostenible en el largo plazo.

Esperemos que estas reformas vayan cristalizando ya que el crecimiento a nivel mundial en el medio y largo plazo, va a depender, en gran medida, del éxito del país en su ingente tarea de llevar su economía hacia el siglo XXI.

Cristina Gavín Moreno (cgavin@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 9 de marzo de 2014