Servicio de estudios: Colaboraciones
31-08-2014

Agosto, ya no es lo que era

Cuando el seguidor habitual de esta columna inicie su lectura estará a punto de cerrarse el mes estival de agosto. Un mes que en los mercados, si repasamos el comportamiento histórico de hace más de 20 años, se caracterizaba por bajos volúmenes de negocio y en el que habitualmente se podía “hacer el agosto”. Sin embargo, en los últimos años, agosto no ha sido bueno para las principales bolsas mundiales y este año, tampoco ha sido una excepción mostrando una elevada volatilidad y terminando en el punto de partida. Para explicar su comportamiento, diferenciaremos claramente dos partes.

Una primera quincena de elevado nerviosismo y caídas generalizadas, impulsadas por la combinación de varios factores: la intensificación de los conflictos geopolíticos, especialmente entre Rusia y Ucrania, y la pérdida de pulso de la recuperación tanto en Europa, resultado de la contracción de la economía italiana, alemana y estancamiento de la francesa, como en los países emergentes, en los que economías clave de Latinoamericana, como Brasil y Argentina, entran en recesión y China ralentiza su crecimiento.

Y una segunda quincena en la que los parques han vivido una oleada de optimismo que ha permitido recuperar el terreno perdido. La expectativa de que el BCE redoble el programa de estímulos, incorporando formulas no convencionales, y la abundancia de liquidez y falta de alternativas de inversión, con unos tipos próximos a cero, han impulsado las bolsas y han bastado para superar las debilidades de Europa y los riesgos geopolíticos.

Finalizado agosto, se inicia la recta final de año y la mayoría de analistas señalan que el escenario de fondo, no solo no ha cambiado, sino que refuerza la renta variable como la mejor opción de inversión, siendo el gran detonante de las alzas o bajas las medidas que ponga en marcha el BCE para impulsar el crecimiento.

Arantxa Gimeno Sanz (magimeno@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 31 de agosto de 2014


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