Baile de consolidación en la telecos

Se preveía una ola de concentración en el sector, pero no estaba claro si el regulador y las autoridades de la competencia permitirían la marcha atrás en una industria con pasado monopolista y presente competitivo. Irlanda, Alemania y España son mercados que están reduciendo jugadores desde que Austria abrió la veda en 2013. La gran incógnita es si la tesis de reparación del mercado tendrá efecto y los operadores móviles conseguirán recuperar poder de fijación de precio. Si así fuera, ¿se vería perjudicado el consumidor? Nadie duda que la deflación en el sector haya jugado a su favor. Hace años ajustabas el número de caracteres de los sms para ahorrar y las llamadas perdidas tenían sus códigos de interpretación, ahora los sms son gratuitos y la voz lleva el mismo camino. Pese a ser un sector intensivo en costes fijos y, por tanto, con tendencia a beneficiarse de economías de escala, las barreras a la entrada se fueron derribando a golpe de regulación y por la decisión mayoritaria del sector de mantener dividendo a costa de dejar de invertir en la red. Estrategia que, por cierto, fue desastrosa porque no solo acabaron recortando dividendo sino que lo hicieron tan tarde que se vieron abocadas a vender activos y realizar ampliaciones de capital. La entrada de nuevos operadores, junto a decisiones regulatorias y otros factores como wifi, mensajería y voz por IP, ha provocado la sangría en el sector, con debacle en márgenes y quema de caja. ¿El resultado? Un retorno sobre el capital empleado inferior al coste de capital, que finalmente ha forzado la consolidación en el sector. ¿Lectura implícita? Si se permiten fusiones de compañías con tales cuotas de mercado será que no se teme merma para el consumidor, ergo no hay que ir más allá de la estabilización en los ingresos a la hora de estimar sus beneficios. Las empresas solo podrán recuperar poder de fijación de precio si invierten en la red y estimulan la demanda de datos.

Miriam Fernández Jiménez (mfernandezj@ibercaja.es). Ibercaja Gestión. Heraldo de Aragón, 28 de septiembre de 2014