Servicio de estudios: Colaboraciones
16-11-2014

El euro se desinfla

Desde principios de mayo, el euro ha caído más de un 10% en su cruce frente al dólar: desde casi 1,40 a menos de 1,25. Se trata de un nivel desconocido desde mediados de 2012, cuando se especulaba con las probabilidades de ruptura de la unión monetaria. Sin embargo, no es un nivel descabellado si lo comparamos con su cotización histórica, el tipo de cambio medio ha sido de 1,22 dólares por euro desde el nacimiento de la moneda única hace ya más de 15 años.


La reciente depreciación se ha debido en parte al deterioro de las perspectivas económicas de la Zona Euro pero, como en otros mercados financieros, en el de divisas también está resultando esencial el papel de los bancos centrales. Si en los últimos años la Fed había favorecido la debilidad del dólar, que parecía infravalorado en términos de tipo de cambio efectivo real, la actividad del BCE en los últimos meses, con sus bajadas de los tipos de interés y su anuncio de políticas cuantitativas, es en buena parte responsable de la caída del euro. En los próximos meses, la divergencia prevista en la política monetaria a uno y otro lado del Atlántico puede extender la debilidad de la divisa europea.


Esta depreciación contribuye a impulsar las exportaciones cuando la demanda interna de la Zona Euro carece de vigor, si bien, tal efecto suele tardar en manifestarse algunos meses, sobre todo cuando el ciclo de comercio mundial no atraviesa su momento más boyante. También disminuye el riesgo de deflación, quizá el temor más grave de los inversores, pues encarece el precio de las importaciones. Por estos motivos, la depreciación es, en líneas generales, bienvenida por los economistas y políticos de la región. No lo será tanto para quien tenga pensado ir de compras por EE.UU., pero a estos les queda el consuelo de recordar los tiempos en que un euro valía 0,85 dólares.

Santiago Martínez Morando (smartinezm@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 16 de noviembre de 2014


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