Servicio de estudios: Colaboraciones
08-03-2015

El dilema de Yellen

Con la inmensa mayoría de los bancos centrales expandiendo su base monetaria, en lo que se ha convertido en una guerra declarada de divisas a nivel mundial, EE.UU. se enfrenta a su primera subida de tipos de interés tras más de seis años inyectando liquidez en el sistema. Las decisiones que tenga que tomar la máxima mandataria de la Reserva Federal en los próximos meses se antojan complicadas. De hecho existe una gran variedad de opiniones sobre cuándo se producirá la primera subida de tipos. Algunos analistas abogan por una normalización que comience en junio de 2015, mientras que otros la retrasan hasta bien entrado 2016. La recuperación económica, con tasas de crecimiento anuales próximas al 3%, es lo suficientemente sólida como para comenzar a subir el precio del dinero. Además, la mejora del mercado laboral ha sido espectacular, hasta tal punto de que comienzan a surgir, de forma muy incipiente, tensiones salariales que deberían poner en alerta a la Reserva Federal. Todos estos factores favorecen una pronta normalización de la política monetaria. Sin embargo, el esfuerzo del resto de economías por devaluar sus divisas y mejorar su perfil de crecimiento a costa de la recuperación económica de EE.UU., está comenzando a pasar factura a la primera economía mundial. En 2015 la mayoría de los datos macroeconómicos que hemos conocido en EE.UU. han sorprendido negativamente. De hecho, el Indicador de Sorpresas Económicas elaborado por Citigroup muestra el peor comienzo de año desde 2009. Además Janet Yellen tendrá que moverse en la delgada línea entre desinflar ordenadamente la burbuja de activos financieros que ha propiciado el entorno de tipos estos años y evitar una nueva crisis financiera de los mercados. Además Janet Yellen tendrá que moverse en la delgada línea entre desinflar ordenadamente la burbuja de activos financieros que ha propiciado el entorno de tipos estos años y evitar una nueva crisis financiera de los mercados. Además Janet Yellen tendrá que moverse en la delgada línea entre desinflar ordenadamente la burbuja de activos financieros que ha propiciado el entorno de tipos estos años y evitar una nueva crisis financiera de los mercados. En definitiva, al igual que cuando empezó este experimento, la Reserva Federal se encuentra en terreno desconocido y deberá ser sumamente cuidadosa para evitar que sus decisiones tengan un impacto indeseado tanto para la economía real como para los mercados financieros.

Marcos Sánchez Bienzobas (msanchezb@ibercaja.es). Ibercaja. Heraldo de Aragón, 8 de marzo de 2015


Volver